Reto de la lectura por placer

Cecilia Ugalde Sánchez

Uno de los mejores regalos que me han hecho es el de enseñarme a amar la lectura, desde niña mi madre y abuelo materno sembraron ese interés, despertaron la curiosidad y alimentaron el placer de la lectura.  Es así que la lectura no solamente es mi pasatiempo favorito, sino también un hábito diario. No salgo de casa sin un libro en la cartera, leo en las filas del banco y del supermercado y siempre antes de dormir.

Cada vez es más fácil acceder a material de lectura ya que la era de la digitalización pone a nuestro alcance a bajo costo o de manera gratuita cientos de miles de libros, sin embargo, en un estudio publicado en 2022 por el Ministerio de Cultura y Patrimonio con la Organización de Estados Iberoamericanos, el INEC y la FLACSO, basado en 15.492 encuestas realizadas en 23 provincias del Ecuador, se revela que en nuestro país se lee en promedio un libro completo y dos incompletos por año, además, como señala un estudio reciente realizado en nuestra ciudad por Sabastián Calderón (2022), apenas el 11.4% de los encuestados que leen lo hacen por placer, y como es de suponer, quienes leen por placer, lo hacen durante más tiempo que quienes leen por necesidad.

El cerebro es un músculo que hay que ejercitar, y la lectura es un magnífico entrenamiento ya que tiene múltiples beneficios (Ramírez, 2018), los que no solamente activan nuestras conexiones neuronales, ayudan a prevenir el Alzheimer y la demencia senil, sino que además nos permiten desarrollar lo que se conoce como el músculo de la lectura, que se refiere al proceso de mejorar la comprensión lectora, aumentar la velocidad de la lectura y desarrollar la curiosidad y la motivación.  ¿Aceptan este año el reto de desarrollar el hábito de la lectura por placer? (O)

@ceciliaugalde