4 acciones que deben implementar las empresas para evitar la “renuncia  silenciosa”

La “renuncia silenciosa” o “quiet quitting” es un fenómeno laboral en crecimiento y si no se detecta a tiempo puede afectar al clima laboral y a la productividad de una organización. Se refiere a la actitud de los trabajadores de limitarse a cumplir solo con los deberes establecidos dentro de su cargo, sin dar esfuerzos extras ni asumir responsabilidades que estén fuera de sus competencias.

Esta situación nació como consecuencia de la “Gran Renuncia”, que surgió a raíz de la pandemia y se convirtió en un gran reto para las empresas en 2021 y 2022. “Se podría entender como una nueva etapa de la gran renuncia, ya que se relaciona con las nuevas expectativas que tienen los trabajadores sobre su lugar de trabajo, en donde la salud mental y el equilibrio entre la vida laboral y personal son ahora una prioridad. También pasa por otras aristas, sobre todo como respuesta a esquemas laborales poco flexibles y motivadores, salarios bajos y falta de oportunidades para el crecimiento interno”, explica Sebastián Lima, director nacional de Calidad y Servicio de Adecco Ecuador.

En este contexto, Adecco Ecuador comparte 4 acciones claves que pueden implementar las organizaciones para evitar la renuncia silenciosa y, de esta manera, mejorar la calidad de vida de los trabajadores en sus lugares de labores. 

Antes de entrar en materia, lo más importante es incorporar a la comunicación como eje transversal en todas estas acciones, a través de la creación de espacios de diálogo y confianza en donde predomine la comunicación transversal, directa y sincera. Con base a esto, se deben considerar las siguientes acciones:

  1. Implementar salarios competitivos: Este aspecto es fundamental y se refiere a vincular mejor la remuneración con el rendimiento. En lugar de centrarse excesivamente en las horas trabajadas, es importante que las empresas inviertan en formación, tecnología y análisis para establecer objetivos de rendimiento, medir y compensar a las personas trabajadoras por su conjunto de habilidades, experiencia y rendimiento de manera más eficaz.
  2. Flexibilidad: Los trabajadores cada vez más exigen autonomía entre su tiempo libre; 6 de cada 10 personas que trabajan en oficina están considerando o ya han cambiado de trabajo para tener mayor flexibilidad. La negociación de horas libres o jornadas de trabajo híbridas son algunas de las alternativas más efectivas. Inclusive, la semana laboral de cuatro días se está convirtiendo en una sólida estrategia de fidelización y atracción del talento.
  3. Oportunidades de desarrollo: El crecimiento de las personas en un puesto de trabajo es vital, no sólo para su satisfacción personal, sino también para la preparación de la empresa a futuro, debido a que creará una reserva de personas altamente cualificadas para manejar cualquier tipo de situación.

Las encuestas demuestran que 44 % de las personas que quieren seguir en una empresa, lo hacen con la condición de aprender nuevas competencias para poder aspirar a un mejor puesto. Centrarse en las conversaciones sobre la carrera profesional, tener “coaching” y revisiones del rendimiento, es un punto de partida adecuado.

  1. Wellbeing: Se han obtenido informes de que el 36 % de las personas trabajadoras han sufrido burnout en los últimos 12 meses, por exceso de trabajo. La mejor forma de contrarrestar esto, es animándolas a utilizar todas sus vacaciones anuales, crear una cultura de confianza y estabilidad, y permitir las bajas por salud mental. Estas medidas ayudarán a apoyar el bienestar de las personas a corto plazo.

Es urgente preparar a las empresas para afrontar este nuevo año, con mejores estrategias a favor del talento humano.