Responsabilidad y trabajo

Luis Ochoa Maldonado

Para los flamantes Alcalde de Cuenca y Prefecto del Azuay, que en buena lid alcanzaron el favor popular, con el compromiso de cumplir a cabalidad sus capacidades constitucionales. Atrás queda una campaña corta pero movida, contaminada con acusaciones vanas y groseras sin pruebas, que deben olvidarse, para avanzar ante las múltiples necesidades de la gente en seguridad, movilidad y empleo, que fue la línea que proclamo Zamora para Cuenca y seguridad, conectividad y productividad, que presento Lloret para el Azuay. Hay otras visiones de los contendores que pudiesen acogerse en bien de la colectividad.

La realidad supera a la ficción del adulo y el oropel de un triunfo, cuidado con envanecerse aislándose de la gente llana, al rodearse solo de sus allegados políticos o familiares, sino más bien valorando a quienes responden a sus problemas, aun con exiguos recursos especialmente en zonas rurales, que, ante lo apretado de los datos electorales, inclinaron la balanza a favor de los escogidos, entonces reciprocidad, permitiendo la amplia participación social y comunitaria, que ha mantenido cohesionadas a la gente de manera natural, debiendo ser aprovechada, como un contingente valioso en la toma de decisiones para un plan ejecutable, en atención a los recursos disponibles, frente a la caótica situación de inseguridad que atraviesa la patria entera, el Azuay y Cuenca, por el incremento de la criminalidad nunca antes vista.

Algo que dejo la pandemia es que una autoridad local no puede desatenderse de los sufrimientos de sus vecinos, no se puede ni debe mirar de reojo diciendo eso no es de mi competencia ante la intranquilidad ciudadana en sus actividades cotidianas, por el temor a ser asaltado en cualquier lugar público, no disponer de atención básica en salud ambiental al carecer de agua o alcantarillado, en zonas alejadas de la ciudad, dificultarse la  movilización entre parroquias, cantones de la provincia y peor con otras provincias por la irresponsabilidad de autoridades nacionales o despreocupaciones locales anteriores, que deben superarse, consiguiendo el progreso vial del austro. Éxitos en sus gestiones. (O)