Reino Unido alerta del fin del «excepcionalismo» gepolítico en el Ártico

La apertura de nuevas rutas marítimas por el deshielo y los cambios geopolíticos tras la invasión rusa de Ucrania amenazan con acabar con el "excepcionalismo" que ha permitido décadas de paz y cooperación en el Ártico.

La apertura de nuevas rutas marítimas por el deshielo y los cambios geopolíticos tras la invasión rusa de Ucrania amenazan con acabar con el «excepcionalismo» que ha permitido décadas de paz y cooperación en el Ártico, alerta el Reino Unido en la última revisión de su estrategia en las regiones polares.

El Gobierno británico publicó hoy 9 de febrero de 2023 un documento de 48 páginas en el que actualiza su visión sobre el futuro del Ártico en línea con la revisión integral de defensa que divulgó en 2021, en la que apuntaba a las ambiciones militares de China, la proliferación nuclear y el cambio climático, junto con el expansionismo ruso, como principales amenazas.

Moscú «percibe el Ártico como estratégicamente vital para su prosperidad y seguridad», y está «militarizando cada vez más ese territorio», indica el documento divulgado hoy, que también subraya las aspiraciones del presidente chino, Xi Jinping, de «convertirse en un gran poder polar».

Cerca de la mitad del comercio mundial pasa actualmente a través del mar de la China Meridional, pero el calentamiento global y el derretimiento del Ártico, que pierde un 13 % de su hielo cada década, creará nuevas rutas potenciales de transporte entre Asia y el norte de Europa que podrían ahorrar entre 10 y 12 días de trayecto.

«El declive del hielo ofrecerá oportunidades para acortar las rutas asiáticas e incrementará el acceso a sustanciales reservas de recursos naturales«, constata el Ejecutivo británico, que recalca que todos esos factores significan que «la era del excepcionalismo ártico puede estar terminando».

Ante ese escenario, Londres asegura que hará lo posible para mantener el ambiente de «alta cooperación y baja tensión» que ha dominado la región polar durante las últimas décadas, pero puntualiza al mismo tiempo que «defenderá y, cuando sea apropiado hará valer, sus derechos contra aquellos que amenacen el orden internacional y la libertad de navegación».

En su última revisión estratégica, el Reino Unido detalla que sus inversiones científicas en la región darán prioridad a programas que investiguen modos de operar en ambientes fríos para asegurar que los «futuros equipos y personal pueden trabajar en altas latitudes cuando sea necesario».

También aspira a mejorar sus capacidades de monitorización de las regiones polares y de comunicación en esas áreas, para lo que será necesario impulsar los programas espaciales.

Londres respaldará las operaciones mineras, «incluidas aquellas para obtener minerales clave«, que «respondan a las necesidades de los clientes, los inversores y las comunidades», si bien subraya la necesidad de que cuenten con «sólidos marcos de gobernanza y políticas claras sobre derechos humanos».

El Gobierno expresa su respeto al objetivo de limitar el calentamento global a 1,5 grados y espera que «otros países cumplan con esos compromisos climáticos», si bien puntualiza que al mismo tiempo respeta «su derecho a determinar la ruta que siguen para cumplirlos, incluido cómo regulan la producción y el uso de hidrocarburos». EFE