Chocolate

Cecilia Ugalde Sánchez

Cuenta la leyenda que los mayas y aztecas creían que el chocolate era un regalo de los dioses, creencia que seguramente seguimos compartiendo muchos en la actualidad. Durante mucho tiempo se pensó que era precisamente en estos pueblos mesoamericanos donde se encontraron y utilizaron las primeras plantas de cacao hace aproximadamente cuatro mil años, sin embargo, investigaciones encabezadas por el arqueólogo Francisco Valdez en 2002, demostraron que los Palanda, habitantes de la actual Zamora Chinchipe, ya conocían el cacao y elaboraban bebidas con él hace cinco mil quinientos años, mucho antes de los restos más antiguos encontrados en México.

Los Palanda preparaban bebidas energizantes con el cacao fino de aroma, reconocido en la actualidad como uno de los mejores del mundo.   De hecho, en 2009 el cacao fino de aroma, “Cacao Arriba”, fue la primera denominación de origen ecuatoriana, precisamente en reconocimiento a sus características.

Así pues, del cacao se llega al chocolate, esa golosina mágica que estimula el sistema nervioso central y los músculos cardíacos gracias a que contiene teobromina, sustancia parecida a la cafeína, que mejora la concentración y nos da una sensación de bienestar ya que estimula la liberación de serotonina, lo que mejora el humor y reduce el estrés.  Además, el cacao tiene alto contenido de flavonoides, un compuesto natural que gracias a sus efectos antioxidantes y neuro protectores, mejora el rendimiento cognitivo y disminuye el riesgo de demencia.  A todo esto, se suma que el chocolate negro o amargo con al menos un 70% de cacao es una de las mejores fuentes de magnesio.

Con todo lo dicho, para cuidar la salud y disfrutar de la vida bien podemos celebrar mañana el amor y la amistad con este regalo de los dioses. (O)

@ceciliaugalde