El carnicero de Ucrania

Hernan Abad

Al Cumplirse 1 año de la invasión de Rusia a Ucrania, Naciones Unidas advirtió que: la situación humanitaria en Ucrania sigue deteriorándose como consecuencia de los enfrentamientos militares y es necesario ampliar el subministro de ayuda al país.

El genocidio en Ucrania, continúa sembrando en lo profundo de nuestros corazones una voz de elevada protesta. A través de estas letras, trato de recoger el cereal para los hambrientos de justicia y verdadera libertad, aspiro que mi pluma sea una lámpara de aceite y la coloco en la ventana de este espacio, para que ilumine el camino de la paz y la justicia.

Escribo estas palabras porque siento el dolor de tanta víctima inocente de un conflicto en el que no tiene ninguna culpa, y si el destino me impidiera sentir esto, entonces mi vida no tendría ningún significado.

La humanidad se enfurece como la tempestad, pero suspiramos en silencio frente a la tragedia de los ucranianos. Grandes intereses económicos y geopolíticos, son los que han provocado en Ucrania un desastre humanitario de gran magnitud.

Las voces de nuestros hermanos ucranianos son débiles, frente al poderío del sátrapa de Pútin, presidente de Rusia, carnicero de Ucrania y de todos los judas que le apoyan; cuyos actos hacen honor a su misterioso apellido.

Al ver las fotografías macabras del bombardeo ruso contra algunas ciudades de Ucrania, cometidas por el sanguinario déspota de Moscú, y puestas en conocimiento por los diferentes medios de difusión pública, dejé de lado el libro que me encontraba leyendo, porque mis visiones acallaban las palabras y volvían las páginas blancas para mis ojos, y luego exclamé:

 ¡Te escucho hermano ucraniano! Oigo tu llamado del otro lado del mar, y siento el amargo sabor de tus lágrimas; luego abandoné mi lecho y caminé por el pasto de mi jardín, el rocío de la noche mojó mis pies y los bordes de mi vestimenta, y bajo las flores de los geranios, el cielo tejió un velo de luz de luna y lo desplegó sobre mi habitación en la que escribo estas letras.

Los gemidos y los lamentos de las víctimas de la cruel agresión a Ucrania, llegan a mí como una procesión de tinieblas que no se detiene frente a mis sueños de paz, justicia y libertad; entonces digo a mi corazón: cálmate hasta que llegue el día de la libertad para Ucrania, pues quien luego de una oscura y lúgubre noche, aguarda el día con paciencia, lo hallará. Y quien ama la luz, será amado por ella.

Al criminal, débil y pobre, la estrecha celda de la muerte le espera, pero  “el honor y la gloria” esperan a los dictadores y sátrapas  que ocultan sus crímenes detrás del oro y el dinero mal adquirido, y bajo las sombras del poder que han usurpado mediante la manipulación de la leyes, la demagogia y el populismo.