Calidad, una condición vital en los ríos de Cuenca

Mientras avanzan las aguas de los ríos desde el páramo hacia la zona urbana, desciende su calidad. La ganadería, la pequeña industria, el uso de químicos en la agricultura y otras actividades humanas afectan su pureza.

El Cajas es una de las reservas naturales de agua con relevancia internacional y es el mayor abastecedor del líquido vital de la ciudad. Da vida a tres de las cuatro principales cuencas hídricas que requieren cuidados en todos los niveles para asegurar una buena producción del líquido vital.

En el páramo, la calidad del agua es prístina o inalterada. Pero cuando avanza hacia el bosque andino la calidad baja a buena, aunque en esa condición es suficiente para el proceso de potabilización. La situación se complica en las zonas periurbana y urbana, donde los condiciones oscila en los niveles de bueno y medio.

Mantener este estado del agua en las cuencas de los ríos Machángara, Tomebamba, Yanuncay (que alimentan a las cuatro principales plantas de potabilización) y Tarqui no solo garantiza el suministro de un producto saludable para el consumidor, sino también un ahorro en el momento de su potabilización.

Esas son las condiciones que describió Rigoberto Guerrero, administrador de Investigación y Monitoreo de ETAPA, para quien es indispensable también pensar en los afluentes y quebradas más pequeñas para garantizar agua pura.

El especialista puntualizó que la ganadería, el uso de químicos en la agricultura (pesticidas y fertilizantes) y otras acciones humanas como el turismo son el principal mecanismo de contaminación de ríos. Por lo tanto, provocan la pérdida de sus cualidades. Y no es algo nuevo.

El río Tarqui es el que más inconvenientes presenta por esta causa. En las inmediaciones prolifera la ganadería. Por ventaja, este afluente no aporta al suministro de agua para la ciudad. De hacerlo, implicaría un costo muy elevado en el proceso de potabilización.

Además, su altura no garantiza el caudal suficiente para abastecer una planta. Sus aguas solo nutren a una parte de las más de 57 plantas de tratamiento que son manejadas por las juntas de agua.

No obstante, se buscan mecanismos para que el impacto no sea excesivo, señaló Paúl Torres Gómez, subgerente de Gestión Ambiental de ETAPA. “Si me llega agua contaminada, con residuos de ganado, de animales o de químicos hay más trabajo para mi planta”, agregó.

Cambiar este fenómeno requiere trabajar en la aplicación de mecanismos educativos y formativos, principalmente, en niños. Pero es algo que tomará mucho tiempo.

Otras afectaciones se dan por el crecimiento urbano, que obliga a las zonas agrícolas a expandirse. Por la agricultura, los límites naturales de bosque andino y páramo desaparecen.

Turismo

En el Cajas, por ejemplo, inciden temas como el turismo y la movilidad. “Lo óptimo fuese que esté libre de toda activad humana”, señaló Guerrero. Este movimiento convierte al río Tomebamba y sus afluentes en una de las cuencas más costosas de mantener por todas las actividades que se da en el entorno.

Además, por el Cajas cruza una de las principales conexiones viales entre Guayas y Azuay.

Contrario a lo que ocurre en el Cajas, una de las zonas que requieren menor costo en el proceso de conservación es la cuenca del río Machángara, la que por cierto es la que aporta con el 60 % del agua que consumen los cuencanos.

Estudio

En las zonas periurbana y urbana, la situación fluvial se complica. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) de 2016, al evaluar los avances de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, a escala nacional 1 de cada 5 ecuatorianos consumía agua contaminada.

En la zona urbana se registraba el 15,4 %, mientras que en la zona rural se duplica al 31,8 % de la población rural ecuatoriana que consumía agua contaminada con coliformes fecales.

Contaminación

Klever Calle, activista de Yasunidos, señaló que el cuidado del agua en la ciudad es muy pobre. Comentó a Diario El Mercurio que conocen de denuncias de lugares en los que aguas servidas van directo hacia los ríos.

Además, mencionó que hay denuncias de personas que han vertido material contaminante hacia los ríos Tomebamba y Machángara. (FCS) – (I)

23.000

hectáreas, en promedio, han sido adquiridas entre las cuencas del Tomebamba y Machángara con fines de conservación.

28.500

hectáreas del territorio del Cajas están protegidas, según datos de ETAPA.

48.000

hectáreas de conservación existen, en promedio, en las cuencas de los ríos de la ciudad.

DATOS

  • ETAPA estudia la posibilidad de encontrar una captación en el río Tarqui para verificar si existen aguas subterráneas aptas para el consumo.
  • Además de los cuatro ríos, es importante cuidar al menos una veintena de quebradas que suman al los caudales de los ríos.

CLIMA DE LOS RÍOS

Yanuncay

1,5°C mínimo y 18,8 °C máximo

Tarqui

7°C mínimo y 12°C máximo

Machángara

8,1°C mínimo y 14°C máximo

Tomebamba

10°C mínimo y 18°C máximo