Detrás del ascenso de cinturones de judo hay años de práctica

21 judocas asistieron al examen de ascenso de cinturones a grado Dan. El evento contó con la presencia de los jueces Jimmy Arévalo y Gastón Palacios, representantes de la Ecuatoriana de Judo.

Judo Azuay
Pamela Urgilés durante su presentación de katas. Cortesía

Pamela Urgilés practica judo desde hace 12 años. Hace cinco recibió el cinturón marrón. “Siento que estoy preparada para el cinturón negro”, dice mientras espera su turno en el examen nacional de ascenso a grado DAN en el dojo del Team Prado.

La estudiante de Medicina, en la Universidad de Cuenca, fue una de las siete mujeres que se presentaron entre 21 aspirantes. ¿A qué se debe la baja concurrencia de las damas? “Piensan que el judo es para hombres y un poco agresivo”.

El profesor Oscar Prado señala que el judo, “a pesar de ser un deporte marcial, no es violento, no contiene patadas, golpes, más bien su objetivo es el control del contrincante”. Recuerda que a menudo se le considera en programas de defensa personal.

Por los estudios, Urgilés, de 20 años, entrenaba para el examen hasta la medianoche. El esfuerzo tuvo su recompensa. Ascendió a I DAN. Ahora su objetivo es representar al Azuay en los próximos Juegos Nacionales Juveniles en 52 kg.

“La carrera (de Medicina) es muy pesada, pero he podido organizarme porque me gusta el deporte y siempre es bueno salir de la rutina”.

Seleccionado

El examen su cumplió en etapas. Antes de ejecutar las técnicas que pidan los jueces y de responder preguntas sobre la historia del judo, los aspirantes debían obtener entre un 70 a un 75 % de efectividad en las ‘katas’.

Prado explica que la ‘kata’ es la forma básica de la técnica de judo, es ejecutar la técnica a semejanza de sus ancestros. “Una cosa es la kata y otra la técnica en competencia. En la competencia se debe buscar un momento y proyectar para conseguir el mayor puntaje”.

Pablo Arias ejecuta un ‘harai goshi’ con ayuda de su ‘uke’ Mateo Prado durante el examen de ascenso de cinturones en el dojo del Team Prado. Foto El Mercurio/Bolívar Sinchi

Pablo Arias también obtuvo el cinturón negro I Dan. Hace casi un año representó al país en el Mundial Junior. “Llevo 12 años en el deporte, los últimos han sido muy buenos. Creo que ha llegado el momento de poder decir con orgullo que merezco el cinturón negro”.

Para el examen había libertad de elegir al ‘Uke’. Él se inclinó por Mateo Prado. “Siempre es bueno tener esa comunicación y coordinación para que las cosas puedan salir bien”. Le llaman ‘Uke’ a la persona en quien ejecutan determinada técnica sin que ponga resistencia.

La tensión se apoderó un momento de Arias cuando Gastón Pacheco, vicepresidente de la Ecuatoriana de Judo y presidente de la Comisión de Ascensos, le pidió que repita el ‘harai goshi’ (barrido de cadera) y el ‘okuri ashi barai’ (barrido de los pies).

Superada las objeciones respiró más tranquilo. Anticipó que en los próximos días asistirá al Ranking Nacional, clasificatorio para diversos certámenes internacionales. También tiene previsto ingresar a la universidad a estudiar Arquitectura.

LA FRASE

El cinturón negro es una responsabilidad muy alta. Los que estamos con el proceso de aprendizaje, debemos tener las bases morales, las bases técnicas y los principios del judo muy sólidos para transmitirlos a las nuevas generaciones.

Oscar Prado (I), 4to. Dan

Preparación constante

Gastón Pacheco resaltó la buena preparación de los aspirantes, aunque recomendó que la práctica de judo debe ser constante, no solo para dar un examen. Al igual que en otros deportes, lamentó que la falta de recursos limite la preparación del deportista en otros países donde el nivel es superlativo. “Usted puede practicar todos los días con sus compañeros y es el mejor de todos, pero ese avance no se ve reflejado afuera, por eso debe estar compitiendo afuera”.

Ascendidos

Detalles

  • En el judo hay una clasificación de cinturones, representada en diferentes colores. Va desde el blanco hasta el negro que a su vez se divide en 10 rangos: del I DAN al X DAN.
  • El cinturón negro de primer Dan podría alcanzarse en unos cinco a seis años. El tiempo puede ser mayor, dependerá del nivel inicial y del compromiso de cada practicante.
  • El cinturón negro en el judo simboliza la madurez, la tranquilidad y la experiencia. Lleva impregnado trabajo duro, dedicación y determinación.