El diagnóstico oportuno es clave para frenar el melanoma

El melanoma es considerado la tercera neoplasia más frecuente en la piel y el que mayor impacto tiene en la mortalidad; el 80 % de los casos se encuentran en etapas localmente avanzadas.

El melanoma es una forma agresiva de cáncer de piel que puede ser mortal si no se detecta y trata de forma temprana, por ello la importancia de su diagnóstico a tiempo, ya que el nivel de mortalidad está estrechamente vinculado a la detección y tratamiento oportuno.  Es así que, en el marco del Día Mundial del Melanoma, que se conmemora el 23 de mayo, se busca impulsar el mensaje respecto a su conocimiento y temprano diagnóstico.

El melanoma se caracteriza por el crecimiento incontrolado de los melanocitos, que son las células que producen el pigmento melanina que da la coloración a la piel.  Es considerada la tercera neoplasia más frecuente en la piel y la que mayor impacto tiene en la mortalidad. Ocupa el séptimo lugar en frecuencia entre todas las neoplasias; el 80 % de los casos se encuentran en etapas localmente avanzadas.

De acuerdo con la Sociedad Americana Contra el Cáncer, las tasas de melanoma han aumentado rápidamente en las últimas décadas, pero esto ha variado según la edad. Entre los adultos a partir de los 50 años, las tasas aumentaron para las mujeres en alrededor de 1 % por año de 2015 a 2019 mientras que para los hombres se mantuvieron estables.

Aunque es más frecuente que el melanoma se desarrolle a medida que las personas envejecen, sí se desarrolla en las personas más jóvenes, incluidas las personas menores de 30 años. De hecho, es uno de los cánceres que se diagnostica con más frecuencia en mujeres adultas jóvenes. En 2020, se diagnosticó 2,400 casos de melanoma en las personas que tienen 15 a 29 años.

El melanoma se puede diagnosticar de forma precoz

Un aspecto fundamental es la identificación de anomalías de manera oportuna y el melanoma se presta para lograr un diagnóstico a tiempo, por eso en el marco del Día Mundial Frente al Melanoma, MSD presenta recomendaciones para identificar señales de riesgo.

Los melanomas pueden aparecer en cualquier parte de la piel, incluso en zonas sin exposición al sol, aunque es más probable que comiencen en determinados lugares.  Algunos melanomas lo son desde el principio, es decir aparecen como un lunar nuevo cuya característica ya lo hace un melanoma, otras veces un melanoma se origina en un lunar previo, que durante años ha podido estar estable, sin crecer ni cambiar, y en un momento dado, empieza a hacerlo. Por eso la importancia de prestar atención tanto a la aparición de lunares nuevos como a los cambios en los previos, especialmente a partir de los 35 años.

El melanoma no causa la muerte por su extensión en la propia piel. Salvo excepciones, puede ser completamente extirpado y eliminado de la piel de forma relativamente sencilla. El problema radica cuando el melanoma ha soltado sus células que se extienden por el organismo a través de los vasos linfáticos y sanguíneos. Esas células pueden llegar a órganos muy diversos y ubicarse en ellos causando un problema mayor.

De acuerdo con la American Society of Clinical Oncology, la tasa de supervivencia a 5 años para las personas cuyo melanoma se diseminó a los ganglios linfáticos cercanos es del 68 %. No obstante, este número es diferente en cada paciente y depende de la cantidad de ganglios linfáticos involucrados, de la cantidad de tumores en los ganglios linfáticos y de las características del melanoma primario (tales como el grosor y la presencia o ausencia de ulceración). Si el melanoma se ha diseminado a partes distantes del cuerpo, la tasa de supervivencia es menor, alrededor del 30 %. 

Identificar el cáncer cuando se encuentra en sus etapas iniciales, por lo general, abre la posibilidad de contar con más opciones de tratamiento.  Para el cáncer de piel, como el melanoma, el procedimiento de detección por lo general recomendado es el examen visual de la piel, tanto el autoexamen del paciente como el examen clínico realizado por un profesional de la salud. Luego la extracción de una muestra de la piel sospechosa denominada lesión, para hacerle pruebas en un laboratorio y someterla a una biopsia del área.

Se debe tener en cuenta que si aparece una nueva mancha en la piel -una que cambia de tamaño, forma o color, o una que luce diferente- es una señal importante de advertencia. En este sentido, la regla ABCDE (Asimetría, Bordes, Color, Diámetro, Evolución) describe las características de los lunares que pueden ser melanomas y es una guía útil para monitorear los cambios de la piel. Asimetría, si un lado no coincide con el otro; si los bordes son irregulares; el lunar o mancha no tiene el mismo color en todas partes; si es más grande de 6 milímetros y si la mancha está evolucionando en tamaño, forma o color.

El melanoma no se puede prevenir en su totalidad ya que depende de muchos factores, sin embargo, hay medidas sencillas que se deben tomar en cuenta para ayudar a reducir el riesgo, además de acudir al especialista ante señales de alerta. En este sentido, protegerse de los rayos UV constituye la principal forma ya que afectan el ADN de las células de la piel e impactan en los genes que controlan su crecimiento.

Concienciar sobre el melanoma y la importancia del diagnóstico temprano es clave para mejorar las posibilidades de tratamiento exitoso y supervivencia a largo plazo. La educación sobre los signos y síntomas, así como la importancia de hacer revisiones regulares de la piel con un especialista, puede ayudar a aumentar la detección temprana y mejorar los resultados del tratamiento.