¡Ya viene el Niñote!

Gonzalo Clavijo Campos

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), encargada de las previsiones del tiempo atmosférico, advirtió en estos días que hay un 80% de probabilidades de que el fenómeno meteorológico de El Niño comience entre julio y septiembre de este año, lo que provocará un aumento de las temperaturas a nivel global, así como sequías y precipitaciones en distintas regiones del mundo.

El Niño es un fenómeno climático natural asociado al calentamiento de la temperatura de la superficie del océano Pacífico.  En promedio, se produce cada 2 a 7 años y tiene una duración de entre 9 y 12 meses, con un aumento de las precipitaciones que ocasiona el desbordamiento de ríos y quebradas, inundaciones y grandes deslizamientos, generando pérdidas económicas significativas en cultivos, infraestructura y bienes urbanos.

Ecuador ha sido golpeado traumáticamente en los años 1982 y 1997, cobrando decenas de vidas y ocasionando millonarias pérdidas económicas que afectaron las arcas fiscales durante cinco años para su recuperación. Se estima que El Niño en nuestro país se inicie en septiembre y cause un mayor impacto en 17 provincias: Azuay, Bolívar, Cañar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Guayas, Imbabura, Loja, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas y Galápagos. Por ello, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) activó los COE provinciales y solicitó a los GAD la actualización y el fortalecimiento de los planes de respuesta territorial emergente.

Preocupa sobremanera que en un país en el que no hay cultura de gestión de riesgos y a escasos meses de este evento traumático, el Gobierno Nacional no informe lo suficiente y no llame a la organización y respuestas de prevención, no solo al COE sino a todos y cada uno de los estamentos y la sociedad en general.

El mantenimiento de los cauces de los ríos, los drenajes, los canales, las vías de comunicación, el manejo adecuado de la basura, la provisión de reservas de alimentos y productos de primera necesidad, medicinas, la organización comunitaria, capacitación en emergencias, dotación de refugios temporales y rutas para llegar a las zonas altas son medidas imprescindibles que ya deben implementarse lo más pronto posible. (O)