“Donde fueres haz lo que vieres…”

Tito Astudillo y A.

Rumbo a Alemania partió una delegación de 52 estudiantes del colegio alemán Stiehle de Cuenca, como parte de un programa de intercambio estudiantil por el cual, en Berlín, cada colegial cuencano, de este grupo, es huésped de una familia alemana durante 21 días; en los próximos meses, igual número de estudiantes berlineses serán acogidos en hogares cuencanos, de la misma manera, como un miembro más de la familia.

No es la primera delegación estudiantil, ni creo que será la última, que participa en este programa de intercambio educativo organizado por esta institución, porque es parte de las actividades del proceso enseñanza aprendizaje del establecimiento. En lo personal ya son dos experiencias con este programa y los resultados son muy alentadores porque redundan en la formación de los adolescentes, en la ampliación de su horizonte cultural y, desde luego, en el perfeccionamiento del idioma alemán, parte central del programa por cuanto, su dominio, es indispensable para ser admitidos y seguir estudios de tercer nivel en una universidad alemana. Si no se da esta posibilidad, como se dice acá, “nadie les quita lo bailado”. Seguro que esta experiencia aportará conocimientos y destrezas en la formación personal, académica y cultural; y contribuirá a forjar esa “cultura de viajar” tan importante en un mundo globalizado que, cada vez más, borra fronteras y aproxima horizontes.

“Donde fueres… haz lo que vieres”, le recuerdo a mi nieta Juliana que es parte de este grupo estudiantil y analizamos las enseñanzas, de este refrán que pueden ser oportunas para una mejor adaptación, en la medida que sugiere acomodarse a los usos y costumbres del hogar, de la comunidad y del país a los que va, esto es; comportamiento en el hogar en el que va ser un miembro más de la familia; en la comunidad educativa a la que asistirá como alumna regular; y en la sociedad en la que se desenvolverá, estos 21 días.  (O)