El baloncesto azuayo emprende un nuevo proceso con el argentino Marcelo Gallegos

En sus primeras cinco semanas de estadía en la ciudad, el argentino Marcelo Gallegos ya cuenta con una radiografía del baloncesto azuayo. El diagnóstico le sorprendió porque cuando trabajó en Cañar (2003-2004) tenía a las selecciones provinciales del Azuay entre las favoritas en un certamen nacional. Dos décadas después, la realidad es otra.

Hay que hacer un trabajo de masificación, de educación y tratar de ir formando basquetbolistas para un futuro. Empezar a construir la pirámide para poder llegar al alto rendimiento en cuatro años por lo menos. Hay chicos de Menores, tanto en varones como en damas, que están bastante bien, hay que seguir trabajándolos, pero creo que a partir de los 15 años hacia abajo hay que empezar a construir todo esto.

Gallegos, de 61 años, anticipa que todo proceso implica un trabajo a largo plazo y objetivos claros. Invita a despojarse de egoísmos y a unir esfuerzos para que Azuay vuelva a ser una potencia en el Ecuador.

El primer paso será perfeccionar y capacitar a la nueva camada de entrenadores con disertantes de otros países. El profesor bonaerense, antes de venir a Cuenca, fue instructor de la Escuela Nacional de Entrenadores en Argentina, Nivel 1.

La masificación comienza desde las escuelas, a partir de los ocho años. Hay una edad de oro que es desde los ocho hasta los 12 años en la que si se enseña mal en su momento va a repercutir en el futuro del basquetbolista. Por eso hay que poner gente capacitada, que conozca de qué se trata las fases sensibles del desarrollo motor de cada deportista y sepa qué hacer en cada edad y niveles.

Las selecciones provinciales de basquetbol se alistan para los Juegos Nacionales Juveniles (18-19 años) que serán en Riobamba, entre el cinco y 18 de agosto.

En damas vamos a estar bien… En varones no tanto… No depende de los chicos sino creo que se ha dejado estar mucho tiempo sin trabajar correctamente, sin desmerecer a nadie.

Según Gallegos, “el biotipo del Azuay no es malo, tampoco es excelente, pero hay que trabajar con lo que hay, no podemos quedarnos con los brazos cruzados”. Asegura que el aspecto técnico y la disciplina del entrenamiento pueden suplir determinadas desventajas físicas, como la estatura.

Antecedentes

Gallegos tiene una amplia trayectoria como entrenador en Argentina y Chile. Es hincha de Ferrocarril Oeste que participa en la Liga Nacional A y tiene en sus filas a uno de sus hijos.

Empezó su carrera a los 19 años como monitor. “Pasé cuatro años sin cobrar nada. En este momento las reglas de juego han cambiado porque los monitores lo primero que te preguntan es cuanto voy a ganar”. Para el argentino, cuando empezó en el deporte, su prioridad era entrenar para aprender.

Estuve en Estados Unidos, Canadá, en diferentes países para perfeccionarme y estar a la altura de las circunstancias. Los padres depositan en nuestras manos la materia prima más cara del mundo que son sus hijos, entonces hay que formarlos bien.