Pescar en río revuelto (II)

Bladimir Proaño

Si el presidente Lasso, que no está distanciado del sector bancario, notara la necesidad de reducir las tasas de interés, para reactivar la macro y microeconomía, parecería fácil enviar, similar a lo que se hizo con lo de la reforma tributaria y las zonas francas, un decreto ley de integración financiera; y con ello, aprovechando la coyuntura que tiene de gobernar sin asamblea, el asunto quedaría “terminado”. Esto nos llevaría a reflexionar que no debería ser tan fácil como lo dicho, ya que la propia banca local parecería no estar de acuerdo en esta apertura del sistema financiero a más competencia externa, y por ello no se abre este sector a insistir en aquello, porque precisamente la presencia de esta banca podría convertirse en una “amenaza” para toda la industria y sobre todo para el segmento de los bancos pequeños. La banca fuerte y la proveniente por ejemplo de países como EEUU (Wells Fargo, JP Morgan, etc.) de España (Santander, BBV, etc.) generalmente operan con clientes de alto nivel de transparencia. Fijan sus precios (tasa de interés) en función del nivel de riesgo.

Pero Ud. señor lector dirá, pero eso también hace nuestra banca, la diferencia está en que el costo de la captación de los fondos de esta banca es más reducido y me atrevo a pensar que está banca, para entrar al país, no estaría dispuesta a movilizar capital externo para atender a todos los segmentos de mercado (con distintos niveles de riesgo) a precios bajos. Lo más probable es que -y es lo que nos falta a nosotros- se establezca tasas de interés no solamente por segmento de crédito sino por cliente y plazo, que en mi opinión así debería ser, y con ello surgiría una competencia sana y llevaríamos al país a una economía macro y micro más eficiente. 

El sistema financiero no tiene todavía una adecuada política de manejo de tasas de interés. Las decisiones de las diversas tesorerías son muy aleatorias, la percepción del riesgo de sus posicionamientos es semifuerte. Esto significa que el riesgo que trae el mercado financiero para los inversionistas es alto, no es fácil el pronóstico de las curvas de rendimiento en una economía como la nuestra que encierran una fuerte incertidumbre. Sobre la base del análisis del mercado de crédito bancario, que incorpora información imperfecta y manipulación del riesgo, los límites a los cuales las tasas de interés pueden ser elevadas, son una consecuencia directa de información asimétrica entre prestamistas y prestatarios. Esta es una de las razones de fondo para que aún con banca extranjera no se pueda asegurar la caída de las tasas de interés. (O)