María Tigre tiene 58 años y mientras sujeta la mano de su nieto, Dylan, de casi dos años, mira a lo lejos lo que queda del cerro Tamuga. Ella ahora vive en la loma de Zhizhio, en la parte alta de Jadán, en Gualaceo. Recuerda a La Josefina como una herida que no termina de …


