El general Qasem Soleimani, fue comandante de la fuerza élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, héroe de guerra, muy popular en su país y quizás la figura militar más fuerte de todo Oriente Medio. Su asesinato supondría inevitablemente una escalada dramática en el conflicto entre Irán y Estados Unidos.
La muerte del general es más que controversial, ya que se trata de un militar activo, no de un terrorista en fuga, esto supone graves violaciones al derecho internacional, además de ser dado de baja fuera de una zona en conflicto o en guerra.
Soleimani, héroe de guerra y pacificador en zonas como Siria e Irak ha jugado un rol fundamental en la eliminación de grupos como ISIS, Al Qaeda y Al Nusrah en la región, los mismo grupos que EE.UU creó y financió por años.
El iraní logró brindar seguridad y estabilidad a Irak, además de entretejer redes muy importantes de relaciones internacionales en países del Medio Oriente, y de protagonizar en el teatro de operaciones la efectividad de la coalición Rusia-China-Irán-Turquía.
Trump ha declarado que se trata de un hombre muy peligroso y manchado de sangre norteamericana, por esta y otras razones se transformó en objetivo militar hasta ser abatido por un dron norteamericano.
Los riesgos de un conflicto global son muchos. Irán ya ha confirmado venganza. Una represalia a los Estados Unidos pudiera ser la excusa perfecta para que Trump ponga en movimiento al complejo militar industrial norteamericano.
Irán es una nación altamente preparada para un conflicto bélico, con tecnología y personal, además de mucha habilidad diplomática para generar alianzas. (I)