Camello y ojo de aguja

Edgar Pesántez Torres

Aún seguimos esperando la verdadera interpretación de la frase atribuida a Jesús de Nazaret: “Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios”. Como otras frases bíblicas, ésta se la ha tomado e interpretado literalmente, lo que hace que se la cuestione y hasta se abandone por ser de mucha apariencia y poca entidad; más todavía cuando se escucha a teólogos-políticos o carcamales ortodoxos instilar supersticiones y resentimientos sociales y no explicar los pasajes bíblicos en el contexto que se dijo, ni penetrar en las figuras literarias con la que se valió Jesucristo para explicar su filosofía.

La máxima evangélica se ha escuchado en todo lugar, particularmente en los púlpitos donde acude numerosa feligresía. Escudriñando un poco las palabras, se encuentra que “ojo” proviene del griego “kaimilos”, con la acepción de soga o maroma, más que de dromedario. Y “ojo de aguja” que dice relación a un accidente geográfico que se da en las tierras que se describe en la Biblia y que viene a ser un angosto pasadizo entre las montañas por el que apenas cabe una persona y no permite el paso de un camello, animal por entonces muy utilizado por los lugares donde caminaba el Nazareno.

Cuando se visita la Ciudad Eterna, una de las primeras cosas que a uno le enseñan son las ocho puertas que abren paso a la amurallada Jerusalén. La principal es la Puerta Dorada, también conocida como Puerta de la Misericordia o de la Vida Eterna, que permanece sellada mientras se espera la llegada del Mesías, que según la tradición es por donde debe entrar el Día del Juicio Final.

Además, los predicadores destacan que los ricos no entrarán en el Reino de los Cielos, sin advertir el adverbio “difícilmente”, que no es más que una dificultad. En el mundo hay numerosos ricos que son solidarios, como en esta ciudad el grupo empresarial Ortiz. Tiene un albergue para niños pacientes del área de pediatría del Instituto del Cáncer. Hace poco se corrió “Los 10K de Solca” que tuvo el auspicio de estos empresarios con la finalidad de recaudar fondos para los niños que padecen la temida enfermedad, en contraste con otras que se realizan como negocio. ¡Ejemplo que debiera ser imitado por similares del país! (O)