Editores, jóvenes autores y el reto de publicar sus obras

Opciones de editar son mayores que hace una década: editoriales independientes son una vía para la edición de sus obras. Un autor que nunca haya publicado antes y busque editar su obra literaria tiene hoy día algunas opciones, un poco más que las disponibles hace unos diez o quince años, gracias al surgimiento de las editoriales independientes y a la tecnología, explica Germán Gacio Baquiola, librero y editor, que dirige la editorial La Caída.

Germán Gacio Baquiola, librero y editor, de editorial La Caída. PSR

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Las opciones de editar son mayores que hace una década: las editoriales independientes son una vía para la edición de sus obras

Un autor que nunca haya publicado antes y busque editar su obra literaria tiene hoy día algunas opciones, un poco más que las disponibles hace unos diez o quince años, gracias al surgimiento de las editoriales independientes y a la tecnología, explica Germán Gacio Baquiola, librero y editor, que dirige la editorial La Caída.

Anteriormente, las pocas vías para publicar una obra eran ganar un premio o un certamen literario; tener un contacto en las instituciones culturales (Casa de la Cultura, Banco Central, o ciertos departamentos municipales o de prefecturas), para que le ayuden a sacar el libro; o, autopublicarse.

Había muy pocas editoriales que trabajan con escritores. Y tener esos respaldos era complejo.

Ecuador es uno de los países con menor tradición editorial de la región, dice Gacio. Históricamente, pocas veces se conseguía el respaldo de un editor particular y se tenía que optar por la autopublicación

Con posterioridad a los años 1950, la Casa de la Cultura se convirtió en un espacio de publicaciones. Después de la editorial Ariel, la década de 1980 marcó el inicio de editoriales dedicadas a la literatura como El Conejo, Librimudi o Libresa, como proyectos privados; y luego, hacia 1990 Eskeletra…

Las editoriales independientes surgieron pasados los años 2000, pero en el Ecuador llegaron en la década anterior: tales como Doble Rostro, Ruido Blanco, La Caída, entre otras que ya suman unas 30. En 2017 se fundó la Asociación de Editores del Ecuador.

En los últimos cinco años esto se ha reforzado con un auge de las editoriales universitarias, “lo que aporta al ecosistema del libro”.

Así pues, hoy día un autor puede intentar enviar sus textos a una o varias editoriales, hay una abanico mayor para un autor joven o aún para alguien que ya es conocido. Esto, aparte de publicar con las nuevas tecnologías como los libros digitales.

También están las publicaciones por internet, medio a través del cual se puede contactar a empresas editoras en pocos minutos.

Mas no se trata solamente de publicar una obra, sino de de que esta, efectivamente, circule. Por eso la autopublicación, es decir, imprimir un libro por los propios medios no es tan recomendable, señala Gacio, ya que así no se cuenta con respaldo editorial y con los contactos para la distribución de los libros.

Juan Romero, poeta cuyos trabajos han aparecido en varias antologías, agrega que revistas digitales y blogs se han convertido en nuevos medios para hacer conocer textos literarios.

Uno de ellos es el sitio “Cráneo de Pangea” que conduce junto a Yuliana Ortiz y Gabriel Altamirano. Autores jóvenes que han aparecido en el sitio, han logrado publicar sus obras. (AVB)-(I)

Colección de nóveles.- El escritor Juan Romero Vinueza señala que el ser poco conocidos es la mayor dificultad de los jóvenes autores para publicar; premios hay pocos y editoriales con líneas de difusión de primeras obras, también.

Una de ellas, La Caída, tiene la colección “Región”, dedicada a autores inéditos. Isabel Aguilar, Juan Fernando Bermeo publicaron con este sello y están en proceso de hacerlo otros como Jorge Aguilar, Roxana Landívar, Andrea Rojas, Amanda Pazmiño.

Otro factor que incide es que los jóvenes dudan de la calidad de su trabajo y tardar bastante tiempo en decidirse a proponer una publicación. (I)