El discurso del patrimonio

Tito Astudillo y A.

La lectura de una nota de prensa sobre el descubrimiento de un camino prehispánico, posiblemente de la cultura indígena de los yumbos, en la provincia de Pichincha y el interés manifiesto de las instituciones llamadas a velar por la conservación de los bienes patrimoniales, en iniciar su rescate y ponerlos en valor, nos lleva, necesariamente, a reflexionar, si no a contrastar, sobre la desidia con la que se manejan los componentes arqueológicos en nuestra provincia y región.
Hace poco escribimos sobre el manejo del tramo del Camino del Inca en el acceso a la meseta del Pachamama, en donde, con total indiferencia e irresponsabilidad se procedió a ingresar un recolector de agua en la parte alta de la calzada, dañando el empedrado incaico, llenándolo de material residual y transformándolo en una especie de quebrada invernal, tramo que hasta entonces fue uno de los mejor conservados de la zona; y al otro lado, ya en el descenso a Borma y Solano, se procedió a limpiar el empedrado sin que nadie diga ni haga nada, salvo las voces de los vecinos del complejo arqueólogo. Igual de abandonados están todos los materiales culturales de la Meseta del Pachamama.
Lo del Complejo Arqueológico del Pachamama y del tramo del Camino del Inca en este sector, son solo una muestra de lo que pasa a nivel regional, en donde existe muchísimos vestigios arqueólogos, presentes incluso en el imaginario local y regional, algunos hasta inventariados como componentes patrimoniales, pero igual abandonados, esperando, en el mejor de los casos, que desde lo local se inicie un proceso de recuperación para integrarlos como componentes de identidad y atractivos turísticos, ahora que está en boga esta posibilidad, al menos en el discurso patrimonial. (O)