La ecofeminista Mira Lehr conjura el «Armagedón climatico» con arte

La artista estadounidense Mira Lehr enciende con un cigarrillo una de sus obras el jueves 17 de octubre, durante una entrevista con Efe en el jardín de su casa en Miami Beach, Florida (Estados Unidos). EFE/Ana Mengotti

La artista ecofeminista estadounidense Mira Lehr llama la atención sobre el «Armagedón climático» que se cernirá sobre el sur de Florida si no se actúa para frenar la subida del nivel del mar con una exposición que se inaugura este viernes en el Museo Mennello de Orlando titulada significativamente «High Water Mark».

El título, que quiere decir literalmente «Marca de agua más alta», alude al problema de la subida del nivel del mar y también a que a sus 85 años y con seis décadas de carrera artística también ella ha alcanzado su máxima altura, dice Lehr a Efe mientras se prepara para viajar a Orlando.

«No tenemos tiempo, tenemos que actuar», subraya Lehr, quien, no obstante, es optimista en que la humanidad será capaz de reaccionar antes de llegar al Armagedón, el fin de los tiempos del libro bíblico del Apocalipsis.

Las obras de Lehr, que utiliza la pintura, el dibujo, la escultura, las instalaciones, el video y hasta el fuego para crear su arte, ocupan seis salas de exhibición y la entrada del Museo Mennello de Arte Americano, que abre su temporada de exposiciones 2020 con «High Water Mark», curada por Ginger Gregg Duggan.

Además de pinturas de gran formato, Lehr presenta diversas instalaciones.

«Below the Surface», una instalación con una pieza central transparente de más de dos metros (siete pies) de alto que se asemeja a una enorme medusa, «Siren’s Song», una serie de diez paneles que ocupan una superficie de 12 por 2,1 metros (40 por 7 pies), «Mixing Currents», que combina proyecciones de video y bombillas de luz y alude a la crianza de corales para nutrir los océanos, e «Invisible Cities», con jaulas con carteles con los nombres de especies extintas, son algunas de las obras más llamativas.

«Manglars. The protectors», con estructuras que se asemejan al entramado de ramas que forman los característicos y cada vez menos numerosos manglares de Florida, es otra llamada de atención de la artista sobre la destrucción de los elementos naturales de protección de las costas.

Desde su casa a orillas de uno de los canales internos de Miami Beach, la artista ha ido viendo día a día desde hace años el deterioro del agua y los animales. «Cada vez es peor», dice a Efe.

Lehr es pionera tanto en el activismo medioambiental como en utilizar el arte para exponer los problemas que enfrenta el planeta a causa de la acción del hombre.

Además, a medida que su edad avanza y los problemas medioambientales crecen, como llevada de un sentido de urgencia, es más prolífica como artista.

Todo esto empezó para ella hace 50 años, en 1969.

Ese año el arquitecto, inventor, escritor y visionario estadounidense Buckminster Fuller lanzó el proyecto World Game, concebido como la antítesis de los «juegos de guerra». De hecho, el nombre original era World Peace Game.

Fuller quería que World Game fuera una herramienta para propiciar un enfoque amplio, anticipador y científico de los problemas del mundo y Lehr, entonces una joven artista, fue invitada a participar junto a economistas, científicos, historiadores y pensadores.

La idea era reunir a personas valiosas en sus respectivos campos para buscar maneras de «hacer que el mundo funcione para el cien por cien de la Humanidad lo antes posible, a través de una cooperación espontánea y sin perjuicios ecológicos o desventaja para alguien», según el Instituto Buckminster Fuller.

Aquella experiencia marcó a Lehr, que a lo largo de cinco décadas se ha movido como artista y como persona en una intersección entre el arte y la naturaleza.

«Era una época de mucha esperanza. Por primera vez la humanidad pudo ver la tierra entera desde la Luna. Como artista me sentí inspirada por una nueva visión global», subraya hoy la artista recordando que 1969 fue el año en el que el hombre pisó por primera vez el satélite de la Tierra.

Para ella, por la importancia que tuvo en su vida, todo eso le parece que fue ayer.

«Me cambió la manera de ver el mundo. Me hizo consciente de que estamos hechos para sobrevivir, y sobrevivir bien, en este planeta», agrega para destacar que desde entonces «la naturaleza ha sido siempre la fuerza motora» de su arte.

A fines de 2019 el Museo Judío de Miami Beach dedicó su exposición con motivo de la Semana de Arte de la ciudad a Mira Lehr , quien presentó «A Walk in the Garden», compuesta por obras de gran formato y una enorme instalación hecha con miles de piezas de resina. EFE