Sinincay, riqueza histórica y proyección 2020

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Frontis de la iglesia de Sinincay, con mármol y ladrillo, construida desde 1909 hasta 1936. ACR

Una fachada frontal, cuyo grueso muro se abre con tres arcos y en el centro un rosetón, todo recubierto de mármol y ladrillo, posiblemente le da a la iglesia central de la parroquia Sinincay una similitud con una parte del frontis de la Catedral de Cuenca.

También las dos torres le dan cierto aire de la Catedral de la Inmaculada Concepción de Cuenca, incluso las cúpulas altas color celeste, aunque las de Sinincay sobresalen por la parte delantera del templo, confirma Juan Quizhpi, arquitecto.

Esta iglesia no siempre fue así. Según el Libro de Bautismos en un relato del primer párroco, Nicolás Cisneros, antes era pequeña porque la población fue “1.600 indígenas y 100 blancos”, reseña la Revista Sinincay publicada en 2010.

Se mantuvo así hasta cuando el presbítero José Ignacio Ortega decidió construir una grande en 1909, según el diseño del Hermano Agustín, de la Congregación del Santísimo Redentor.

Contribuyeron albañiles, carpinteros, ebanistas, lapidarios y pintores; Luis Tenezaca desde 1931 levantó el frontis, las torres, el altar y más. La construcción total culminó en 1936.

Entre lo llamativo del centro parroquial es que frente a este templo aún se erige la antigua capilla de piedra, que data de 1853, fecha de inicio de su construcción; se consagró a San Francisco de Asís y a Nuestra Señora de la Visitación.

Habitantes

Sinincay está localizada al noroeste de Cuenca, a seis kilómetros de distancia desde el Centro Histórico.
Hasta 1852 Cuenca tuvo tres parroquias: Matriz, San Blas y San Sebastián; y, dos anejos Sinincay y Turi. El 5 de febrero de 1853 Sinincay fue declarada parroquia civil y eclesiástica.

Su población actual bordea los 18.000 habitantes. En el año 1952 fueron: 4.906 habitantes; 1962: 5.292; 1974: 9.046; 1982: 12.421; 1990: 15.069; 2002: 12.650; 2011: 15.859 habitantes, según datos de la Biblioteca “Benjamín Carrión” de Luis D. Narváez Quichimbo.

Ladrilleras

Alfonso Peralta, ladrillero, raspa cada unidad antes de secarla al aire y pasarla al horno. ACR

Sinincay es famosa no solo por su historia, sino por su proyección, y una de sus fortalezas se basa en los oficios desarrollados por sus habitantes; entre ellas, las ladrilleras, trabajadas por varias familias del lugar.

El ladrillero Alfonso Peralta, de 65 años de edad, aprendió el oficio de sus padres y hoy sus hijos también lo practican; excepto ellos que ya utilizan maquinaria para batir el barro, él aún emplea la yunta.

Soledad Corral, de 36 años de edad, su esposo y su madre, también viven de este oficio; sus mayores clientes son los constructores. Pero en este y otros casos, cuentan que hay fuerte competencia y, además, el precio del ladrillo a veces baja.

En 2019 cada ladrillo costaba de 18 a 20 centavos, hoy 17 centavos. La tarea es intensa, sin contar los otros procesos, solo en el horno permanece el producto mínimo un mes para secarse, cada carga con 12.000 ladrillos, según el tamaño del horno. (ACR)-(I)

DATO

Fiestas religiosas en honor a la Virgen de la Visitación y otras santidades; y, varias manifestaciones culturales.


Cascadas, en plena vía, son apreciadas por el turismo. ACR

“Quebrada
honda”, un
significado

Moradores de la parroquia dicen que el significado de Sinincay es: “quebrada honda”, “agua dulce a donde bañan las doncellas” o “quebrada en donde vive el zorro”.
Lo cierto es que a lo largo de algunos tramos viales de Sinincay, pasando las cunetas, es común observar cascadas y piedras grandes en donde se detienen turistas para tomarse fotos. En la parte alta hay cabañas.

En el mismo parque central de la parroquia es atractiva su pileta, aunque ahora requiere mantenimiento e iluminación nocturna. Además vecinos comentan que, entre los árboles de este parque están los “tipo algodón” y en diciembre es como si cayera nieve.
Aparte de las ladrilleras, varios habitantes de esta parroquia se dedican a la agricultura, esculturas de mármol y madera, al tejido de sombrero y a otras actividades. Son muy difundidas sus obras. (ACR)-(I)


Integrantes de la Asociación Virgen del Cisne mantienen el mercado dominical. ACR

Agroecología, una de las fuertes del mercado

De lunes a sábado, el centro parroquial de Sinincay no es muy bullicioso. Los días domingo son los más fuertes, es cuando salen varias familias para la misa de 07:00 y 11:00; y, para el mercado dominical.
En el mercado se puede encontrar rica gastronomía como pollo, cuy asado, papas con cuero, morocho…en frutas la reina claudia, la pera, etcétera.

El fuerte es el trabajo de los agroecológicos de Sinincay que exponen su maíz, verduras y más.
La Asociación Virgen del Cisne está al frente de varios puestos, Rosa Carabajo, integrante, comenta que también llevan productos de Cuenca.

Existe una línea de bus que moviliza a la población, es la número 27 con la ruta Huzhil-Sinincay-Huizhil. Sale de Sinincay, pasando por la avenida 5 de Febrero, llega hasta al colegio Manuel J. Calle de Cuenca, de ahí sigue la Héroes de Verdeloma y se va con rumbo a Baños. El primer bus sale a las 06:00 y el último retorna a las 22:00, servicio de lunes a domingo. El presidente actual de la Junta Parroquial es Luis Atancuri. (ACR)-(I)