¿Por qué no le creen al presidente Lenín Moreno?

De entre 4463 encuestados digitalmente sobre cuánta credibilidad tiene Lenín Moreno, el 95.8% dijo no creerle; el 2.3% le cree un poco; el 0.9% algo le cree y el 1.0% cree todo lo que dice. En otras palabras, los porcentajes menores de encuestados, “siguen con la venda en los ojos”.

Cuando Moreno asumió el poder, la deuda pública –la suma de la interna y externa- superaba los 43.500 millones de dólares. Un año después, sobrepasó los 48 millones. En marzo de 2019, superó el límite legal de endeudamiento: 52 millones de dólares que equivalen al 45% del PIB, a pesar de que en el artículo 124 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas dice que: “en ningún caso podrá sobrepasar el 40% del PIB”.

En campaña, Lenín prometió crear 250 mil empleos anuales. Cuando vio que la propuesta era irrealizable, en 2018 se retractó y disminuyó la cifra a 500 mil en cuatro años. El INEC, hasta marzo de 2019, informó que más de 300 mil personas estaban desempleadas.

En septiembre del año anterior, Moreno dijo que quedaba sin efecto el alza de pensiones y matrículas para el presente año escolar en la Sierra y Oriente. Como la Dirección de Educación no se pronuncia aún al respecto, siguen cobrando con el aumento. En un debate de febrero de 2017, prometió construir 325 mil viviendas en cuatro años de gobierno. En abril del año pasado, como gran cosa, anunció que se han construido apenas 30 mil, pues tuvieron que reestructura el Plan Casa Para Todos y muchos otros planes porque recién se dio cuenta que el país está quebrado y endeudado. Pero eso sí, hace pocos días, el ministro Iván Granda con gran desparpajo comunicó la inauguración de un circo sobre hielo con una inversión de 2.4 millones de dólares, qué, según su corta vista, no es un circo, es una estrategia de comunicación. ¿A quién cree que engaña? ¿No será de regalarle un taburete para que pueda ver mejor?

En marzo de 2019, circuló una foto del presidente Moreno comiendo langosta. No era la única, había más fotos, chats privados y correos electrónicos que, se suponían, guardaban evidencia del vínculo de la familia del presidente con una empresa offshore. Él negó su participación en esta empresa, pero el caso sigue abierto en la Asamblea Nacional durmiendo entre miles de casos más que no les conviene analizar. Por lo menos, no ahora…

Desde que vive en Carondelet, los escándalos de corrupción en su gobierno se suceden uno tras de otro. Exvicepresidentes, exministros e incluso prófugos han entorpecido la cirugía que, según él, planeaba hacer. El quirófano sigue vacío, esperando que lo inauguren.

Por todo lo aquí expuesto y por muchos casos más, es que ya no le creen a Lenín. Y, el que no obstante lo sigue haciendo, se expone a ser etiquetado, seriamente, como un mentecato y desubicado.

Resultados de la encuesta digital El Mercurio > https://bit.ly/37L0Jgc

Por Bridget Gibbs