Paola Quizhpe: el sacrificio detrás de un balón de fútbol

El fútbol femenino aún no es profesional por eso jugadoras como Paola Quizhpe deben buscar otras formas para subsistir sin tener que abandonar lo que más les apasiona

Nahomi Anagonó (I) y Paola Quizhpe fueron parte del Deportivo Cuenca 2019 pero no tuvieron muchas oportunidades. PSR

Como todos los días, desde que empezaron los entrenamientos en el Deportivo Cuenca Femenino, Pablo Quizhpe aguardaba a su hija Paola a un costado de los graderíos de la cancha de la Brigada de Artillería Portete #27. Cuando la observa atrás de un balón y todo el sacrificio que hace en silencio para cumplir su sueño, recuerda su pasado.

Paola tiene 19 años. Se graduó en el Colegio Guillermo Mensi. Este mes obtendrá la Licencia Profesional con la que prevé ayudar en la Cooperativa de Transporte San Antonio de Gapal, donde su padre es uno de los fundadores. Junto con su madre Silvia Novillo, este año ingresaron al Centro de Formación Artesanal que funciona en las instalaciones del Colegio a Distancia Atlántico, en el centro de Cuenca.

En 2021 anhelan ser profesionales en Belleza y Corte Confección. Las clases van de 13:00 a 18:00. Este horario le permite que asista sin problemas a los entrenamientos con las Leonas desde las 10:30. Pablo la espera para que pueda almorzar en casa antes de llevarlas -a esposa e hija- a sus clases. La familia Quizhpe-Novillo radica en Chilcapamba, parroquia El Valle.

Paola maneja los dos perfiles. Su posición habitual fue volante, pero se muestra cómoda como lateral izquierda, donde le observa la profesora Paulina Pino. Los dirigentes ya la llamaron a firmar el contrato. Su padre está convencido que este año las jugadoras cuencanas no serán relegadas. Considera que merecen su oportunidad no sólo porque le llevan en su corazón a la ciudad y al club sino sobre todo porque tienen talento.

Pablo se ve reflejado en su hija porque en su época de juventud también estudiaba y trabajaba sin sacrificar el deporte. Fue indorista, jugó en el Mundialito de los Pobres, pero en lo que más sobresalió fue en el boxeo. Fue seleccionado del Azuay y del Ecuador en peso Mosca (51 kg).

Recuerda que vivía en Sayausí. Madrugaba a las 04:00 para ir corriendo hasta el Colegio Manuela Garaicoa donde entrenaba con el profesor Fausto Escandón. Luego regresaba corriendo a casa para almorzar e ir al trabajo (carpintería). En las noches estudiaba en la Escuela Panamá.

Los fines de semana, padre e hija salen a trotar, van a nadar en Baños y de darse la oportunidad se concentran en una cancha de ecuavoley. Paola tiene dotes como servidora o voladora. También ha representado al Azuay en certámenes nacionales.

Rostros en los entrenamientos

Los uniformes de entrenamiento no llegan, los contratos tampoco se concretan y bajo este panorama las Leonas siguen con sus prácticas pero sin un plantel definido. Mauricio Vintimilla asegura que la familia y la distancia son factores que les hace pensar en venir a Cuenca a las refuerzos nacionales. Los incentivos económicos, dice, no piden favor a lo que ofrecen clubes de Quito y Guayaquil.

En las prácticas de fútbol las cerca de 30 jugadoras hacen su mayor esfuerzo para ganarse la confianza del cuerpo técnico. Allí está la volante Nahomi Anangonó. Fue seleccionada de voleibol sala en el Sudamericano, pero se enamoró del fútbol luego de ser seleccionada por la Universidad del Azuay para los Juegos Interuniversitarios. Actualmente trabaja en la Escuela de Mayta Vásconez y está próxima a obtener el título en Contabilidad Superior.

La volante cuencana Marcela Mendieta no pudo entrenar con normalidad por una molestia en el gemelo de la pierna derecha. También la llamaron a firmar contrato, pero primero gestiona su carta de libertad con Carneras UPS FC. Asegura que su salida del cuadro salesiano se debe a que no puede entrenar por las noches porque trabaja en un local de comida. (BST)-(D)