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FARÁNDULA

La disputa por la Gaviota de Viña, el premio que no quisieron dar a Shakira

En 1993 y con solo 16 años, una tímida Shakira llegaba al concurso de la canción del Festival de Viña del Mar. No ganó, pero poco tardó en convertirse en estrella. Casi tres décadas después, 12 jóvenes aterrizan en ese certamen con un sueño: con o sin premio, tener la misma suerte de la colombiana.

«Primer tema en competencia. País: Colombia. Título de la canción: ‘Eres’. Letra y Música: Shakira». Con esta presentación comenzó el periplo de la estrella de Barranquilla en el escenario de la Quinta Vergara, tradicional sede del certamen de la ciudad chilena.

Con el pelo totalmente negro y una aún inexperta forma de cantar, la talentosa artista salió a darlo todo con una de sus primeras composiciones: «Eres sensacional, un loco de ideas raras, muy original»… Así arrancaba aquella canción, hoy casi desconocida (pero simbólica) e incluida en su segundo disco, «Magia».

Dos veces cantó Shakira ese tema en aquella edición del festival. Pero no tuvo suerte. Quedó tercera y por tanto no se llevó la ansiada Gaviota de Plata. La ganadora, «In questo mondo», del italiano Claudio Cirimele, apenas trascendió. Y tres años después, aquella tímida concursante volvió a Viña pero ya como estrella internacional.

UN PLATAFORMA DE DIFUSIÓN

Han pasado veintisiete años y aquel concurso, que comenzó a celebrarse en un rudimentario escenario en febrero de 1960, sigue en pie, aunque inevitablemente opacado por las estrellas invitadas que, fuera de competición, llegan cada año para cantar sus grandes éxitos.

«La Gaviota es secundaria. Lo que me emociona de este festival es que cómo nadie me conoce voy a saber realmente la reacción honesta de la gente, porque sé que el monstruo de Viña, como le dicen al público, pude reaccionar o superbien o supermal. Si no les gusta me lo van a decir», cuenta a Efe la también colombiana Paula Arenas, participante con la canción «Buena para nada».

La compatriota de la artífice de éxitos como «La tortura» y «Waka-waka» es una de las candidatas de la competencia internacional de esta edición, junto a otros cinco artistas de Argentina, Ecuador, México, Venezuela y Chile.

La venezolana Manu Manzo reconoce que llegar hasta la Quinta Vergara es un «sueño total» para ella, convencida de que, gane o no gane, el hecho de estar ya es un premio.

«Poder mostrar la música y abrir la puerta en un publico tan masivo también ya es ganancia», reconoce.

Y es que a las alrededor de las 15.000 personas que acuden como público se suman los millones de personas que en diversos países ven el espectáculo a través de televisión.

EMPODERAMIENTO FEMININO, MENSAJES SOCIALES Y AMOR

Además de los habituales temas amorosos, el empoderamiento femenino y los mensajes sociales en estos tiempos convulsos forman parte de las letras de las canciones participantes de esta edición, que entregará al intérprete ganador, además de la Gaviota de Plata, 26.000 dólares.

«Estamos representando a ese Chile despierto y refundado el 18 de octubre (fecha en que comenzaron en el país las fuertes protestas contra la desigualdad social)», afirma Vicente Cifuentes, que a sus 30 años ya es autor de cuatro discos y ganador del Premio Pulsar a la Mejor Artista Tropical en 2018.

Su canción, «Chillán», lleva el nombre de su ciudad y es «una especie de homenaje» a su infancia.

«La competencia antiguamente era el plato fuerte y la gente venía a ver canciones que no conocía. Hoy eso ha cambiado, pero creo que hay una sana nivelación entre el artista fuerte y la competencia», reconoce.

Por su parte, el mexicano Mando, que en su canción «Última ocasión» incita a «olvidarse de todo lo negativo y dejarlo atrás», valora el poder llegar a un «evento tan importante mundialmente», que representa para él «la unión de la música latinoamericana».

LA OTRA COMPETENCIA, EL FOLCLORE

Además de la competencia internacional, el anfiteatro de la Quinta Vergara acoge de forma paralela otra categoría, la folclórica, con el mismo galardón y premio económico e igual número de participantes.

«Estos días venía recordando esa época de tocar en la calle y pensar que no ha pasado tanto tiempo y hoy estoy acá. Es un regalo muy grande de la música», señala el argentino Nahuel Pennisi, ciego de nacimiento.

«Siempre digo que lo importante es poder enfocarnos en las cosas que sí podemos hacer y que dan la posibilidad de disfrutar la libertad de poder hacer lo que amo, que es la música», añade.

UN JURADO Y EL MONSTRUO

Los encargados de calificar ambas competencias serán el cantante argentino Luciano Pereyra, su compatriota el coreógrafo y director teatral Anibal Pachano, el artista puertorriqueño de música urbana Pedro Capó y la intérprete chilena Denise Rosenthal.

También la actriz brasileña Isabela Souza, los comunicadores chilenos Titi García Huidobro, Karen Doggenweiler, Carmen Gloria Arroyo y Francisco Saavedra.

A ellos se suma un jurado virtual, con la que el público puede evaluar desde sus hogares a los competidores a través de una aplicación para celular. Pero sin duda el «monstruo», con sus aplausos, ovaciones, silbidos y abucheos tiene también gran poder de influencia.

«Es un público muy bonito y a veces muy cruel, dependiendo de la presentación de los artistas, pero que generalmente valora y aprecia mucho la presencia de artistas de primer nivel como los que tenemos en el festival», destaca a Efe José Antonio Edwards, uno de los productores ejecutivos del evento.

¿VOLVERÁ SHAKIRA?

En 60 años de concurso, además de Shakira varios han sido los artistas a los que su paso por Viña del Mar les trajo suerte.

Es el caso de los chilenos Alberto Plaza -que quedó tercero en 1991- y Javiera Parra -que ganó esa misma edición- y el italiano Paolo Meneguzzi, triunfante en 1996 con «Aria, ario».

Destaca además la participación de la española Gisela, que en 2003, poco después de hacerse conocida en la primera edición del programa «Operación Triunfo», logró ganar la competencia con «Este amor es tuyo».

El también español Salvador Beltrán ganó en 2017 con «Dónde estabas tú».

Pero lo que todo el mundo se pregunta es cuándo, tras 23 años, Shakira volverá para llevarse por primera vez una Gaviota, que el «monstruo» también exige entregar a las estrellas invitadas de su agrado, aunque no concursen.

«Sería un honor espectacular. Me encantaría regresar porque Viña significa mucho para mí, está ligado intrínsecamente a mis comienzos. Sería muy nostálgico, pero una nostalgia de la buena», dijo la reconocida cantante al portal Ahora Noticias en 2016.

Las protestas que hubo el domingo pasado en las inmediaciones de la Quinta Vergara provocaron aplazar un día el inicio del concurso de esta edición, aunque, si todo va bien, el viernes se conocerá quién es el preferido de Viña del Mar en este 2020. EFE

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