COLUMNISTA

Tierra de nadie

De manera literal el bosque protector Aguarongo se ha convertido en tierra de nadie, está allí botado, más bien dicho abandonado. El bosque protector Aguarongo tiene 2.082 hectáreas, está a 2.900 msnm, a 12 kilómetros del centro de Gualaceo. En su parte más alta disponía de un centro de interpretación ambiental, varias habitaciones, sala de conferencias, comedor, cocina y oficinas de atención, se registraron cerca de 300 fuentes de agua y 60 humedales, y forma parte de dos subcuencas, la del río Jadán y la del río Santa Bárbara, los que forman la cuenca media del Paute.

El bosque protector Aguarongo es un mirador natural desde donde se pueden observar hermosos paisajes. Disponía de varias rutas para caminar entre su naturaleza, de rica flora y fauna, se destacaba un soto bosque y una orografía conjuntamente con sus abundantes humedales, se puede distinguir fácilmente las epífitas, helechos, plantas de aguarongo insignia del lugar, se encuentran especies como la quinua, el guabisay, el gañal, la retama, el capulí, el arrayán, entre otros, allí habitaban muchas especies de aves, fue un lugar de avistamiento de aves.

En el bosque protector Aguarongo se encontraban amplias variedades de especies animales, entre ellas el raposo, el conejo, el puerco espín, el pájaro carpintero, los mirlos, entre muchos otros; pero el día de hoy todo el Aguarongo está abandonado. El centro de interpretación y las casas destruidas, los caminos con sus leyendas no existen, la población vecina se aprovecha indiscriminadamente del bosque para sacar leña; el Ministerio del Ambiente le tiene completamente abandonado y ETAPA que dice preocuparse del ambiente tampoco ha reclamado para sí su cuidado, por lo que ellos también le han abandonado. Este lugar tan cerca de Cuenca para la educación ambiental de ETAPA le vendría como “anillo al dedo”. (O)

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