Sector cultural “en jaque” por emergencia sanitaria

Mabel Petroff, reconocida actriz de teatro cuencana radicada en México, durante una de sus presentaciones. Cortesía.
Mabel Petroff, reconocida actriz de teatro cuencana radicada en México, durante una de sus presentaciones. Cortesía.

Si bien los artistas, artesanos, gestores y todo el sector cultural de la ciudad y la provincia, parecen acatar las medidas dispuestas por el Gobierno Nacional, debido a la emergencia sanitaria mundial; no dejan de ser uno de los sectores más afectados.

La suspensión y cancelación paulatina de eventos que se informaron desde la noche del jueves 12 de marzo, ha puesto “en jaque” su trabajo y por ende, su situación económica.

Vanessa Freire, reconocida cantante soprano cuencana, tiene la percepción de que, desde antes de la pandemia, poco se ha aplicado la Ley de Cultura y las autoridades no han tomado en cuenta de que los representantes del sector cultural, no siempre cuentan con un salario estable, seguros de salud o los distintos beneficios de ley. “A los artistas nos toca asumir cuestiones muy complejas para lograr sobrevivir. Muchos incluso, tenemos deudas por cobrar a instituciones públicas que requieren de nuestros servicios; y, que por la necesidad, algunas veces nos vemos obligados a ofrecer nuestro trabajo sin la suscripción de contratos”, asegura.

La artista sugiere que se aplique un plan de contingencia en el que desde el Estado, se diseñen y ejecuten medidas para ayudar a los artistas y gestores culturales a superar esta crisis.

Por su parte, la afamada actriz cuencana radicada en México, Mabel Petroff, cuenta cómo enfrenta el sector cultural al COVID-19, en ese país. Explica que existen dos grupos de artistas: los independientes y quienes reciben subvenciones del Estado, es decir, un programa de becas en el que siguen haciendo su trabajo y reciben un sueldo mensual. Sin embargo, señala que por la cantidad de habitantes que tiene México, son muy pocas las becas y las obras programadas según el número de artistas, lo que supone una desigualdad. Además de una diferencia radical con los artistas independientes, grupo del que ella forma parte. “Para nosotros es difícil. Si de por sí es complicado sacar a la gente de sus casas para que vean una obra de teatro, porque prefieren ver Netflix, ahora es mucho peor”.

Martín Sánchez, director de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Azuay, informó que conjuntamente con el Ministerio de Cultura y Patrimonio, y los GAD cantonales se están analizando las alternativas y soluciones para la reactivación económica del sector. La primera acción tomada desde la CCE en días pasados fue, suspender las solicitudes de uso del teatro y las salas expositivas, con el fin de dar prioridad a los artistas y gestores para que dispongan de estos espacios, una vez superada la emergencia. (IAJ)-(I)