La gran batalla

Mario Jaramillo Paredes

Queda cada vez más claro que la batalla contra la pandemia no se ganará en los hospitales, sino en cada casa -sin salir- evitando el contagio.  La solución está hoy, más en manos de la ciudadanía, que del Estado y los gobiernos locales. En los hospitales se dará la gran batalla para salvar a  miles de enfermos, pero en las casas es en donde se salvarán millones de personas que no están contagiadas.

Eso no significa que las autoridades no tengan responsabilidades que cumplir. Las tienen y muy grandes. Cuidando que los servicios públicos, especialmente los de salud funcionen lo mejor posible. Que se asigne a ese sector todos los recursos disponibles, quitando fondos que se desperdician en otros campos. Tomando decisiones oportunas y medidas drásticas para que se cumpla el aislamiento .

Pero las medidas preventivas -que son las más importantes- son  responsabilidad de cada ciudadano y de ese núcleo fundamental de la sociedad que es la familia. Corresponde al fuero de cada persona, optar por una conducta responsable, como es la del aislamiento voluntario, para no contagiarse y no contagiar.

En buena hora, ha habido hasta ahora una respuesta mayoritariamente positiva de la gente, que respeta el aislamiento y medidas como el toque de queda. Los datos muestran nítidamente que en aquellas ciudades y provincias en donde se respetó el aislamiento, los casos de contagio son menores a aquellas en donde la gente siguió saliendo a las calles y lugares públicos. El sistema de salud en nuestro país es totalmente insuficiente para enfrentar una pandemia. La batalla hay que darla en el aislamiento en casa. Tendrá un terrible costo económico, pero  es la única forma de vencer. (O)