Una cifra sin precedentes de casi 10 millones de personas han perdido sus trabajos en Estados Unidos en las últimas dos semanas en medio del parón de actividades ocasionado por las medidas para contener la expansión de la pandemia de la COVID-19, que ya ha convertido al país en el más afectado del mundo, con 216.000 contagios.
El Departamento de Trabajo informó este jueves de que más de 6,64 millones de personas solicitaron el subsidio por desempleo la semana pasada, sumándose a los 3,28 millones de solicitantes de la semana anterior, que ya había marcado un récord, algo totalmente inaudito en la economía estadounidense.
La mayor economía del mundo, en la que el coronavirus ha causado ya más de 5.000 muertes, hace tan sólo un mes registraba un índice de desempleo del 3,5 %, la más baja en medio siglo y considerada próxima al pleno empleo, y este viernes se publicarán las cifras correspondientes a marzo.
Ahora, el despido de 9,92 millones de trabajadores en tan solo dos semanas equivale al total de empleo destruido en los primeros seis meses y medio de la llamada Gran Recesión de 2007-2009.
Algunos economistas calculan que la tasa de desempleo podría llegar al 20 %, el doble de lo registrado en octubre de 2009, cuando el país recién llevaba tres meses en la penosa recuperación tras la Gran Recesión.
El sector de hoteles y restaurantes fue, al igual que la semana precedente, el más golpeado a medida que se agrava la crisis causada por la epidemia de la COVID-19, pero el informe muestra, asimismo, que el impacto se ha extendido a los servicios de cuidado de la salud, las fábricas, el comercio minorista y la construcción.
El promedio de solicitudes en las cuatro últimas semanas, que indica la tendencia del mercado laboral, subió a la cifra sin precedentes de 2,61 millones en la semana que terminó el 28 de marzo.
Lo mismo ocurrió con el número de personas que estaban percibiendo el beneficio, que subió a 3,02 millones, según el informe del gobierno, la cifra más alta desde 2013.
Estos datos muestran de nuevo los efectos económicos y sociales del avance del coronavirus, que los economistas anticipan que llevarán al país a una recesión este año, después de que el producto interior bruto creciese un moderado 2,3 % en todo 2019.
La pandemia ha relegado el interés de los estadounidenses por la campaña electoral de este año, y ha puesto en la cuerda floja el intento de reelección del presidente Donald Trump, quien había prometido un crecimiento económico anual cercano al 4 % durante su gestión.
Estados Unidos, que ha registrado crecimientos sostenidos desde el fin de la Gran Recesión, en julio de 2019, pero modestos en comparación con las promesas de Trump, aguarda ahora con ansiedad el socorro de 2 billones de dólares aprobado por el Congreso para lograr una reactivación lo antes posible.
Michael Gapen, economista principal de Barclays Plc, dijo en una entrevista con Bloomberg Radio que “si se toman juntos los números de las últimas dos semanas, tenemos un incremento de 6 puntos porcentuales en el desempleo en abril”.
La semana pasada California registró el mayor número de solicitudes del subsidio por desempleo con 879.000 trámites, después de 186.000 en la semana anterior.
En Pensivania, las solicitudes semanales aumentaron de 377.000 a 406.000; mientras que la semana pasada hubo 366.000 pedidos en Nueva York; 311.000 en Michigan; 276.000 en Texas; 272.000 en Ohio; 227.000 en Florida y 206.000 en Nueva Jersey.
El Gobierno también anunció hoy una reducción del 12 % del déficit en el comercio exterior de bienes y servicios en febrero, que se situó en 39.900 millones de dólares, debido a la caída de los precios del petróleo y los efectos de la epidemia en la economía de China, uno de los princiipales socios comerciales de Estados Unidos y que se vió afectada antes por el COVID-19. EFE