El día de ayer, jueves 2 de marzo, la AN se reunía en una sesión virtual del Pleno, que empezó a las 10 de la mañana y concluyó a las 17 horas y donde la asambleísta María José Carrión (ex Alianza País), presentó un proyecto de resolución, que lograría solo 54 votos de los 70 requeridos.
Como parte de ese documento, un gran número de asambleístas exigía la separación de su cargo del presidente de directorio de IESS, Paúl Granda, al presidente de la República Lenín Moreno. Sin embargo, a última hora María José Carrión cambiaría el tono de exigencia a solo exhorto de “se evalúe la conveniencia de permanencia” del funcionario en su cargo.
Antes de la votación se entendía como casi un hecho el pedido a Lenin Moreno que solicitara la renuncia a Granda, sin embargo, al pasar de las horas el juego parlamentario cambió el sentido. Fabricio Villamar expresaba anoche que “todos los bloques le dijeron a los de Alianza País que respaldaban la resolución si ponían ahí el juicio político a la ex ministra de salud y la destitución de Granda. Los Alianza País a última hora cambiaron el texto y salvaron a la exministra y a Granda. Por esa gente votaron los ecuatorianos”.
La asambleísta Lourdes Cuesta decía, “hoy varios asambleístas pedimos que se exija la renuncia de Paul Granda en el proyecto de resolución debatido en la Asamblea. Finalmente se cambió el texto solo por un exhorto, por lo que nos abstuvimos de votar. No podemos dejar de fiscalizar la mala gestión”.
Para hacer el proceso aún más curiosos, mientras se desarrollaba la sesión, los asambleístas fueron sorprendidos por el hecho de que en medio del debate sobre Granda se metiera en el audio del sistema una conversación telefónica entre César Solórzano (BIN), presidente encargado de la AN, con el presidente de directorio del IESS. “Paúl, estamos reunidos aquí. De ti, nada. Todo tranquilo hasta el momento. Solo de la exministra por allí, uno que otro, hasta ahora nada”, se oía de la voz de Solórzano cuando intervenía el asambleísta Raúl Tello.
Por su parte, Marcela Aguiñaga aseguraba que “la proponente, la oficialista Carrión, no quiso modificar el texto de la resolución y al tratar de liberar de toda responsabilidad a Granda, nos vimos obligados a votar en contra”.
En el texto también se disponía reconocer el trabajo valeroso de todos quienes integran el sector salud, algo que se votaría por unanimidad, sin embargo el cambio de tono en el texto provocaría discrepancias. Juan Cristóbal Lloret lo denominaría como una “maniobra, una triquiñuela que nos hizo perder siete horas de trabajo y que logró que justo al final se cambiara el tono de exigencia de renuncia por el de solo un exhorto a revisión”.
La “triquiñuela” para Lloret estaría en el hecho de que llamaron a votación justo en el momento de presentar el texto final, aún cuando por el chat interno de los asambleístas se pidió en reiteradas ocasiones enviar el texto con antelación para ser revisado por todos y poder presentar observaciones al mismo antes de la votación.
Finalmente los términos de la resolución alejaron a más de la mitad de los 118 votantes. 28 en contra, 33 se abstuvieron y 3 en blanco fue el resultado. La mayoría de los miembros de PSC y correísmo, con unos pocos de CREO, exigían la renuncia de Granda.