León, mejor fisicoculturista por cuarta ocasión consecutiva

El deportista cuencano no para de ganar todo lo que se ha propuesto.

Crosby León ha ganado muchos títulos a nivel nacional e internacional. Cortesía

Crosby León recibirá por cuarta ocasión consecutiva el galardón como el Mejor Deportista de Fisicoculturismo, por parte de Federación Deportiva del Azuay (FDA).

No es casualidad, pues se ha ganado a pulso esta mención, gracias a sus triunfos a nivel nacional e internacional. “Recibo con mucho honor y honra esta designación por cuarto año consecutivo desde mi regreso y octava vez en mi carrera deportiva. Muy agradecido con Federación del Azuay, su presidente, administrador y personal técnico metodológico”.

El 2019 fue un año “redondo” para León, pues alcanzó todo lo que se propuso. Así obtuvo la medalla de oro en Mister Ecuador, en la categoría master hasta 75 kilos y absoluta, y la presea dorada en el Campeonato Sudamericano.

Este año tenía previsto seguir representando de la mejor manera al país, pero tendrá que esperar por la propagación del Covid-19, pandemia que trastocó las planificaciones de todos los deportistas. Este mes iba a participar en la American Cup de Lima-Perú; Diamond Cup en Miami-Estados Unidos, el mes de junio; y dos meses después, el Campeonato Sudamericano en Buenos Aires-Argentina.

La parte psicológica es fundamental en estos días de confinamiento, destaca Crosby. “No estoy acostumbrado a pasar mucho tiempo en casa, ya que trabajo y entreno en el gimnasio dos veces al día, compartiendo con los alumnos y compañeros…Sin embargo, doy gracias a Dios porque me encuentro en unión de mi familia contando siempre con el apoyo de mi esposa Verónica Jaramillo y mis hijos”, sostiene el instructor personal.

Además, confesó que estos días aprovecha al máximo para mantenerse en forma. “Realizamos ejercicios funcionales y de tensión continua. También cardio, ya que contamos con una bicicleta estática”, concluyó el “pepudo” que entrena desde los 16 años de edad y actualmente tiene 47. (JMB) (D)

LA FRASE

“De seis a siete comidas diarias que hacíamos, bajamos a tres o cuatro, por esta restricción. El cuerpo tiene que adaptarse en lo que uno está pensado”.