Estricto control en la vía Cuenca-Molleturo-Puerto Inca

Los agentes de la Policía Nacional, Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), Fuerzas Armadas, entre otras instituciones realizan los controles en los retenes. XCA

El continuo y persistente tráfico vehicular en la vía Cuenca-Molleturo-Puerto Inca cambió totalmente, la circulación es mínima y gran parte de los tramos de la carretera pasan desolados y apenas se escucha el sonido de las aves. Esto, es resultado de las estrictas restricciones adoptadas por las autoridades ante la pandemia del COVID-19.

En la vía lo que se observan más son los camiones que llevan, principalmente productos de primera necesidad y alimentos entre las provincias de Azuay y Guayas. Dicha situación se debe a que las autoridades han establecido que esta labor es parte de las actividades esenciales que no pueden frenarse para no generar más caos en el país.

En un recorrido en el tramo desde Sayausí hasta Puerto Inca se constató dicha situación, y el trabajo que cumplen los agentes de la EMOV EP, Policía Nacional, Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), Fuerzas Armadas, entre otras instituciones de socorro para controlar el paso de vehículos.

Más aún cuando la provincia del Guayas es el epicentro de contagios en el Ecuador con 5.381 de los 7.466 casos confirmados que se registraron hasta el mediodía de ayer en el país, según información del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Los controles son más exhaustivos incluso desde las denuncias de los habitantes de Cuenca, sobre la llegada de residentes de Guayaquil a la ciudad por el temor de que los contagios del Puerto Principal se proliferen en la capital azuaya.

Partiendo a las 05:00 desde Cuenca, los controles están activos en los sectores Sayausí, Cajas y Tamarindo, en estos dos últimos puntos las autoridades son estrictas en revisar los salvoconductos, licencias y matrículas, además del motivo de los viajes. A personal de este Diario, por ejemplo, se le solicitó junto al salvoconducto, los carnés de prensa del personal para verificar el por qué del recorrido.

El teniente Geovanny Caiza, miembro del equipo de control en el retén de Tamarindo, manifestó que además de esta documentación se verifica que los conductores cumplan con el cronograma de circulación según el último dígito de la placa por la emergencia.

Caiza expresó que para un adecuado trabajo, cumplen con turnos de ocho horas diarias para los relevos. Además, se cuenta con el respaldo de autoridades locales como jefes y tenientes políticos.

Como parte de los controles en este retén se dialogó con algunos choferes de camiones procedentes de la Costa. Guillermo Mesa, quien traslada embutidos, dijo que especialmente los controles hacia Cuenca son adecuados. De su lado, Carlos Mendieta, quien traslada alimentos para ganado y otros insumos del campo, expresó que con el salvoconducto no tiene problemas de movilizarse, pero cumpliendo con las respectivas precauciones. Recalcó que él cumple el recorrido desde el cantón Ventanas de Los Ríos hacia Paute del Azuay, “no ingreso a Guayaquil, por miedo a los contagios”.

Al llegar a Puerto Inca existe un punto de desinfección obligatorio para todos los vehículos que ingresan y salen, pero la situación cambia radicalmente pese a que los locales de comida están cerrados, ya que se han puesto algunas carpas para vender los productos de primera necesidad en la vía, las personas transitan en bicicletas y caminan en “aparente” normalidad.

Aquí, algunas personas usan mascarillas del material que tengan y otros no lo hacen porque se terminaron en las tiendas y farmacias o simplemente no le temen al coronavirus, ya que se encomiendan en Dios.

Comercio

Otro de los sectores afectados con la crisis por el COVID-19 son los restaurantes y piscícolas ubicadas en el tramo de la vía, principalmente del Cajas. Normalmente estos lugares albergan a gran cantidad de personas incluso de la Costa que llegan para pescar o comer truchas.

Se constató como parte del recorrido que la totalidad de los restaurantes están cerrados, además sus propietarios han colocado cintas de peligro en los ingresos para evitar que los conductores estacionen sus vehículos en los parqueaderos.
En el caso de las piscícolas, algunas laboran casa adentro, es así como muy temprano a las 07:00 llegan sus trabajadores para pescar las truchas de las piscinas e inmediatamente brindan el servicio a domicilio (a través de las redes sociales) para entregar el producto en los diferentes hogares de Cuenca.
Más allá, al límite entre Azuay y Guayas, aún laboran los trabajadores de las bananeras y fincas, quienes aseguran que pese del temor al virus tienen que laborar para tener con qué comer en estos días de emergencia. (BPR)-(I)