Los cines, gimnasios y peluquerías de Georgia (sureste de EE.UU.) podrán reabrir este mes si cumplen con ciertos estándares, anunciaron este lunes las autoridades de ese estado, mientras que los vecinos Carolina del Sur y Tennessee tomaban otras medidas para reactivar la economía pese a la polémica.
El gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp, anunció en una rueda de prensa este lunes que los gimnasios, boleras, peluquerías, salones de cosmética o de manicura y salones de masaje podrán abrir este viernes, día 24, “con operaciones básicas y mínimas”.
Eso implica que “controlen si sus trabajadores tienen fiebre o enfermedades respiratorias, extremen las medidas higiénicas en su lugar de trabajo”, separen con seis pies (1,8 metros) cada puesto de trabajo e implementen “turnos de trabajo escalonados”, precisó Kemp en un tuit.
Los cines y los restaurantes podrán reabrir dentro de una semana, el lunes, día 27, si se ajustan a ciertas directrices que la oficina del gobernador precisará en los próximos días, indicó Kemp.
La orden marca una de las mayores relajaciones de las medidas para contener el COVID-19 en Estados Unidos, el país más afectado por la enfermedad, y choca con la advertencia de muchos expertos de que se necesita ampliar mucho más la capacidad para hacer pruebas de coronavirus antes de retirar las restricciones.
“No me importa el debate político”, sino “los habitantes de Georgia que están preocupados por si podrán dar de comer a sus hijos o pagar la hipoteca”, dijo el gobernador.
Kemp dejó claro que está de acuerdo con el presidente de EE.UU., Donald Trump, que ha pedido acelerar la vuelta a la normalidad e incluso ha alentado las protestas en varios estados contra las medidas de confinamiento, mientras que los gobernadores demócratas de estados como Nueva York han pedido prudencia antes de reabrir.
Georgia es el undécimo estado con más casos de coronavirus en EE.UU., con casi 19.000 contagios y más de 700 muertes, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
Su gobernador ha recibido muchas críticas por su lenta respuesta a la crisis y por afirmar, el pasado 2 de abril, que hasta “24 horas antes” no sabía que las personas sin síntomas podían contagiar el virus, algo de lo que los científicos llevaban meses alertando.
Mientras, en Carolina del Sur, el gobernador republicano Henry McMaster, eliminó este lunes su orden de cerrar las playas y muelles, que quedarán abiertas este martes.
También permitió abrir este mismo lunes a las tiendas que vendan ropa, muebles, libros, música, flores o joyas si garantizan que sus locales nunca se llenan más allá del 20 % de su capacidad o que solo hay cinco clientes por cada 1.000 pies cuadrados (93 metros cuadrados).
Carolina del Sur se encuentra en torno a la mitad de la lista de estados más afectados por el coronavirus, con más de 4.400 casos y 120 muertes, y fue uno de los más tardíos a la hora de emitir una orden para que sus ciudadanos se quedaran en casa, algo que no hizo hasta comienzos de abril.
En Tennessee, el también republicano Bill Lee, explicó en otra rueda de prensa que su orden de quedarse en casa caducará el 30 de abril, por lo que “la gran mayoría de los negocios” podrán reabrir el 1 de mayo en ese estado sureño, donde ha habido más de 7.000 casos y 150 muertes confirmadas por el COVID-19. EFE