Andrés Robalino: “La situación es sumamente dramática”

Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca.

Análisis de la situación de las empresas cuencanas, luego de un mes de la crisis sanitaria.

¿Llegamos a un mes de la crisis sanitaria, cómo está la situación de las empresas e industrias cuencanas?

La situación es sumamente dramática, se decretó un cierre temporal del sector productivo autorizando solo a las empresas de medicina, implementos de salud, alimentos y algunas líneas de exportación. En lo que respecta a Cuenca estos sectores no son tradicionales de la producción local pocas son las empresas de alimentos, tenemos cuatro de embutidos, empresa de lácteos, quesos, salsas, pero la gran mayoría de industrias y que más empleo generan son en línea blanca, neumáticos, cerámica, muebles, plásticos, entre otras que están completamente cerradas.

Esto hace que en Cuenca el efecto del cierre sea bastante complejo, son empresas que requieren de liquidez para pagar sueldos, impuestos y utilidades, que son las tres líneas que ya se han cancelado en los últimos días. A esto hay que sumar que no existe apertura de nuevos créditos por parte del sector financiero, solamente diferimientos de los créditos ya generados. Todo esto hace que las empresas no tengan donde apalancarse para mejorar su liquidez.

¿Ante esto, cómo será la situación en las próximas semanas?

El tiempo que dure la cuarentena veremos una cantidad de empresas pequeñas y micro que van a acabar cerrando. Es un efecto bastante preocupante en el empleo en Cuenca, recordando que la ciudad era la que mayor empleo en pleno tenía a nivel nacional, pero bajo esta situación se ha revertido.

¿Las empresas ya tienen problemas para pagar las nóminas, cómo afrontar este hecho, considerando que los trabajadores necesitan de recursos para mantener a sus familias?

Justamente, ahí está el gran problema, porque es un círculo vicioso el momento en que se rompe la línea de pago. Si las empresas no tienen dinero por falta de ventas, por lo tanto no pueden pagar, y lo que sucede es que la única forma de no quebrar es comenzar a reducir la cantidad de empleo que generan las empresas, y las más afectadas obviamente serán las pequeñas, micro, y en algunos casos medianas.

¿La situación económica es difícil, ya han existido diálogos entre los empresarios y el Gobierno para créditos u otras alternativas?

Hemos tenido ya varias reuniones con algunos ministros y con el presidente de Bancos Privados. La situación del Ecuador es sumamente compleja, obviamente por el efecto del COVID-19, pero el país hubiera estado mucho más preparado, sino hubiera sido el Gobierno pasado tan irresponsable e incompetente en manejar una economía como la ecuatoriana. No se generaron reservas para hacer frente a la época de vacas flacas o en los peores escenarios como los que estamos viviendo ahora.

Si tuviéramos, por ejemplo, las reservas que tiene el Perú la situación sería completamente diferente porque tuviéramos dinero para dirigirlo a la emergencia sanitaria, siendo una de las necesidades el financiamiento para las empresas.

¿Cuál sería la salida en este momento para ayudar a las empresas?

La única salida en este momento es esperar que fondos internacionales puedan apoyar con financiamiento al Ecuador, tanto al Gobierno como al sector productivo. El momento que puedan llegar esos fondos internacionales, abrirán la posibilidad de que se puedan dar nuevos financiamientos, que no son altos, son para pasar el bache, para pagar sueldos, impuestos, etc., que es lo que requieren las empresas en este momento.

¿Ante este panorama que esperan las empresas cuencanas de las autoridades?

No solo del Gobierno, también debe existir una apertura completa de la Asamblea Nacional para aprobar de alguna manera las propuestas que el Gobierno las presente, obviamente se las tendrá que analizar. Se necesita de una flexibilización laboral, un Código Laboral que represente la realidad del trabajo actual porque el vigente está desde 1938. (BPR)-(I)