“El principal problema del sector es la liquidez”

Asegura que el sector está paralizado, y espera por flexibilidad en créditos para solventar la crisis.

María Cristina García, presidenta de la Cámara de la Construcción de Cuenca.

ENTREVISTA

¿La crisis sanitaria por el Covid-19 cómo afecta al sector de la construcción en Cuenca?

Nuestro sector por las características en las que nos desenvolvemos está absolutamente afectado, estamos totalmente paralizados porque con nuestras actividades no se puede hacer teletrabajo, y una vez que nos reactivemos, no podremos recuperar las horas perdidas ya que por la naturaleza de nuestras actividades será imposible exigir a un trabajador que alargue su jornada por muchas horas.

¿Con la paralización de actividades, qué pérdidas se generan?

Una afectación del 100%, considerando que la construcción mueve alrededor de 500 plazas de trabajo, además que no solo es la mano de obra directa de los profesionales que intervienen en esta, sino también toda la cadena productiva como: ferreterías, distribuidores, productores, transportistas, es una infinidad de gente que se ve afectada con la paralización de nuestro sector.

¿Hasta cuándo podrán soportar esta situación los constructores?

Según las estadísticas, nuestro sector puede aguantar una paralización por 37 días, y estamos llegando a ese tope, lo que nos preocupa bastante y todos estamos a expensas de lo que se pueda hacer. Nosotros apoyamos un plan piloto con el Gobierno para salir adelante.

En caso de no llegar a algo pronto, la situación empeorará. La insolvencia y falta de liquidez del sector será bastante preocupante y crítica en todos los sentidos, por tal motivo, se han hecho propuestas en una gran asamblea nacional de la construcción.

¿Qué tipo de propuestas se han realizado y sobre todo, son necesarias en el ámbito local?

El principal problema del sector, una vez que hemos afrontado estos días de crisis, es la liquidez. Por eso, una de las principales propuestas es que la banca y el Estado faciliten los créditos, además que se traiga dinero del extranjero, y se hagan alianzas públicas-privadas.

Nuestro sector es uno de los pocos que no piden dinero al Gobierno, ya que sabemos que está sin recursos. Lo que si pedimos es que se flexibilice y ablanden los intereses y faciliten préstamos. Un constructor parado por 40 días o más no va a tener un récord económico brillante para que le acrediten los préstamos.

Además, solicitamos que los diferentes niveles de gobierno con los que tenemos contacto, así como la Registraduría de la Propiedad y los notarios agiliten los trámites, porque ese es otro de los peros que tenemos en nuestra actividad. Así tengamos liquidez, pero si los trámites están estancados, no podremos hacer mayor cosa.

¿Han tenido diálogos con las autoridades para concretar sus propuestas?

Localmente con la Registraduría, con la presidenta de los notarios y el Municipio, tratando de buscar las mejores opciones y alternativas para que se dé una digitalización de procesos, esto es cuestión de voluntad porque el futuro no va a ser igual a lo que vivíamos antes de la emergencia sanitaria.

Aquí, la cuestión es arrimar el hombro entre todos, si una fracción de este grupo se queda fuera, simplemente no podremos salir adelante, y esto es en todas las actividades productivas.

¿El Gobierno anunció sobre que podían retomar actividades, pero cumpliendo con ciertas restricciones, qué pasó al respecto?

El Gobierno nos puso el reto de hacer un plan piloto, no es que se abre el sector de la producción, es un plan donde alrededor de 25 o 30 empresas constructoras que quieren ser un ejemplo van a aplicar los protocolos definidos por el Régimen para reiniciar las obras. De este plan piloto, nosotros aprenderemos, será una escuela para que el resto de las constructoras se vayan activando.

¿Para finalizar, cual es la situación de los trabajadores?

Los constructores no queremos despedir gente, las personas que trabajan para nosotros de alguna forma se han especializado a nuestro ritmo de trabajo, entonces volver a conseguir una mano de obra, volverla a formar tomará años y cuesta más, pero no hay bolsillo que alcance para sostenerlas sin tener un ingreso, por eso la banca tendrá que ayudarnos con liquidez. (BPR)-(I)