Es posible un “retorno ordenado”, señalan dos médicos a favor del cambio del “color en semáforo”

Médicos y trabajadores de salud se preparan este viernes en un improvisado hospital en el Centro de Convenciones instalado por el Municipio, en la ciudad de Guayaquil (Ecuador). El lugar está habilitado con 152 camas equipadas con oxígeno y 184 profesionales de la salud, y está listo para recibir a partir de este fin de semana a pacientes con síntomas graves de COVID-19 en Ecuador. EFE/Mauricio Torres

El cambio de color en el “semáforo COVID-19” es una opción que los médicos no rechazan, siempre y cuando el regreso a las actividades sea “ordena­do y técnico”, indica el doctor Luis Tamayo, quien ve en la aplica­ción de pruebas en las empresas una salida para el retorno al traba­jo.

El intensivista Marlo Palacios sostiene que es posible cambiar de semáforo ya que “los casos nuevos de pacien­tes han disminuido en las últimas dos sema­nas, el sistema de salud no se ha desbordado, y las defunciones en marzo y abril no han sido superiores a las de enero y febrero”.

Sostiene que la mejor forma de contener esta enfermedad es que toda la población use masca­rillas y mantenga el distanciamiento, así como el lavado de manos.

Pide “suspender las fumigaciones incluido los túneles, ya que solo causarán más enferme­dades respiratorias por la inhalación de las substancias y no sirven para destruir al virus”.

Asimismo, plantea dejar el temor de lado y abrir paulatinamente las instituciones públicas, privadas y el comercio “antes que la miseria económica se generalice en nuestra ciudad”.(I)