Fieles podrán rezar en las iglesias guardando metro y medio de distancia

Vista de la iglesia de San Sebastián, en Cuenca. Xavier Caivinagua - El Mercurio

Los fieles en el país podrán orar a partir de finales de este mes durante 20 minutos y guardando una distancia de metro y medio en los templos católicos, según un protocolo dado a conocer este martes por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) frente a la pandemia del coronavirus.

En el documento, que prevé la reapertura progresiva de los lugares de culto, se explica que en las provincias, cantones o parroquias bajo la calificación de «semáforo rojo y semáforo amarillo», se podrá rezar «a partir de los últimos días de mayo», aunque no se precisa la fecha exacta.

Ecuador inició el lunes un proceso de «semaforización» con el cual se busca pasar de una fase de aislamiento por el COVID-19 a otra de distanciamiento social, en virtud del número de contagios en las entidades locales, que arrancó en rojo en la mayor parte del país.

El protocolo de bioseguridad de la Iglesia católica ecuatoriana indica que la reapertura de los espacios de culto se realizará en fases, que se implementarán conforme a las nuevas medidas en el país a nivel de provincia, cantón, parroquia, así como la respectiva autorización de las autoridades locales.

Aclara que los templos estarán abiertos en los últimos días del mes, «solamente para orar con ingreso de una persona, con aforo controlado, desinfección en la entrada, tiempos limitados de oración de 20 minutos por persona y distancia de 1,5 metros, con bancas marcadas».

También menciona cómo se procederá a realizar el sacramento de la confesión, siguiendo los mismos parámetros que para los templos, aunque precisa en este caso, que los «sacerdotes estarán protegidos por protocolos de bioseguridad«.

En las regiones bajo luz amarilla o verde, situación que la CEE prevé autorizar a partir de junio, se permitirá que un representante por familia pueda acudir a los templos a rezar, bajo los mismos protocolos de desinfección y distancia de seguridad, e igualmente durante un plazo límite de 20 minutos, mientras que las confesiones siguen igual disposición que en el estadío anterior.

«Los templos estarán abiertos en los últimos días del mes solamente para orar con ingreso de una persona, con aforo controlado, desinfección en la entrada, tiempos limitados de oración de 20 minutos por persona y distancia de 1,5 metros con bancas marcadas».

En esa fase se permitirá la «recepción de la comunión sin misa» para quien lo solicite y «siguiendo todos los protocolos de bioseguridad establecidos tanto para el feligrés como para el ministro que distribuye la comunión, que incluyen utilización de guantes y desinfección de manos».

La Iglesia católica pide a sus devotos que protejan su salud como un «bien fundamental» y subraya que la «apertura progresiva y paulatina nos ayudará a reencontrarnos espiritualmente» en los templos cumpliendo con las medidas de seguridad que la emergencia requiere.

El protocolo de la CEE prohíbe la asistencia a los sitios de culto de mayores de 60 años, niños de hasta 12 años y personas con enfermedades preexistentes.