En el ojo de la crisis

Hugo Darquea López

OPINIÓN|
La pandemia causa un impacto destructivo de la economía, el desempleo y por tanto la pobreza aumentan en graves proporciones, se prevé que a la enfermedad y muertes causadas por el coronavirus de no remediar a tiempo sus efectos sociales y económicos, tenderemos que sumar la enfermedad y las muertes que causará el hambre y otras enfermedades. El problema de la salud, gravita de manera directa en la necesidad de mantener los hogares, en consecuencia debemos definir la reactivación productiva y laboral dentro de la sensatez y ordenada planificación que exige la sana razón.
Para financiar los costos emergentes de la pandemia el gobierno presentó el proyecto de Ley Humanitaria y como medio de solución la iniciativa de una contribución de los servidores públicos y privados con la premisa de que quien más tiene más aporta, ante lo cual los asambleístas debaten modificar la base inicial de la contribución y a la par proponen la imposición patrimonial del 2 %, iniciativa fracasada el año 2014 porque fue rechazada por la comunidad nacional. También en la Ley de Reordenamiento Fiscal, se considera la redefinición del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) como una entidad de derecho público con la pretensión de disponer de sus recursos patrimoniales además de unificar la prestación de salud y su sistema hospitalario con el Ministerio de Salud.
En realidad, la propuesta que afectaría al IESS sería un despojo impúdico. Se recuerda al Gobierno y a los asambleístas que el IESS es patrimonio de los afiliados y jubilados. Su acervo tiene nombre y apellido. La normativa de la Constitución contenida en los 370, 371 y 372 así lo reconoce y consagra. Las aportaciones de los afiliados son fruto de su trabajo personal y la garantía real de la Autonomía del IESS. (O)