Desafíos

Ana Abad R.

OPINIÓN|
Las serias dificultades para “disciplinarnos” muestra los grandes desafíos a los cuales nos enfrentamos como sociedad. ¿Por qué seguir “las disposiciones” de las autoridades nos cuesta tanto? Quizá para posibles respuestas habría que indagar en toda la serie de reflexiones que sobre el “vigilar y castigar” señala Foucault, incluidas, claro, todas aquellas dramáticas e indignantes condiciones de desigualdad que se viven en el país y que condicionan el poder quedarse o no en casa. “Los ecuatorianos somos ingobernables”, hemos escuchado afirmar, con cierta frecuencia, aseveración que causa sonrisas mezcladas con extraños sentimientos de patriotismo y orgullo, pero en realidad ¿somos ingobernables?, ¿será acaso nuestra condena verificar, día tras día, la profecía de Santa Marianita? ¿Será verdad que el Ecuador no se destruirá por catástrofes naturales sino por malos gobiernos? ¿Será imposible practicar el no robar, no mentir y no estar ociosos? Nunca como ahora, tenemos la posibilidad de construir un sistema social y político distinto que sea el resultado de la suma de acciones y prácticas cotidianas que fortalezcan y estructuren nuevos tejidos sociales donde el cooperar reemplace al competir, el complementar sea parte de la reciprocidad y la diversidad nuestra fuente de creatividad. (O)