El «meme» político sustituye a los mítines en la era del COVID-19 en EEUU

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La pandemia del COVID-19 ha puesto fin a los baños de masas en plena campaña electoral en Estados Unidos y obligado a un cambio en la estrategia en la que la que las redes sociales y los memes son las principales armas y donde los algoritmos de recomendación jugarán un papel vital.

Hacer campaña es uno de las actividades más sociales que se pueden experimentar en Estados Unidos. Durante meses, cientos -en ocasiones, miles- de personas en todo el país se concentran para escuchar al candidato a presidente o sus representantes en eventos que nada tiene que envidiar a un concierto pop.

En las semanas previas a la jornada electoral, un ejército de simpatizantes va casa por casa en los barrios estratégicos animando a votar a los indecisos.

Este año ese tipo de prácticas son impensables para lo que resta hasta el 3 de noviembre, cuando se enfrentaran en las urnas el presidente republicano Donald Trump y el candidato demócrata, Joe Biden.

El demócrata ha sido el primero en probar las dificultades de hacer campaña desde el salón de casa: silencios incómodos, conexiones interrumpidas, catarsis inexistente y el ya familiar “¿me escuchan?” al que se ven sometidos los que trabajan en remoto durante la pandemia del COVID-19.

MITINES VIRTUALES

La semana pasada Biden celebró para sus militantes en Tampa un «mitin virtual», que contó con un DJ que animaba el evento desde su habitación, mientras que la música sin público daba paso a invitados que durante interminables segundos miraban a la cámara sin decir nada o fundían a negro en mitad del discurso.

Mientras tanto, hay otros políticos que parecen moverse como pez en el agua en la nueva normalidad, como es el caso de la congresista demócrata de Nueva York Alejandra Ocasio-Cortez, que visita a sus votantes en “Animal Crossing”, un videojuego de Nintendo que simula a un pueblo virtual y que ha aumentado su popularidad durante el confinamiento.

Frente a ellos está Trump, cuya campaña ha sabido dominar el arte del ‘meme’ para su beneficio y que cuenta con un equipo dedicado a generar este tipo de contenido viral en redes sociales.

En la cuenta de Instagram de Donald Trump distribuyó un ‘meme’ en el que sobre su cara se imprimían la frase “Espero que se hayan divertido investigándome. Ahora me toca a mí”, en referencia a sus intentos de elevar a noticioso el “Obamagate”, un supuesto escándalo del que no ha dado pruebas que afectaría a la administración anterior.

Ese contenido alcanzó en pocos días más de 1,7 millones de “me gusta”, mientras que Biden, que colocó en su cuenta de la misma red un elaborado “sketch” con el humorista Keegan-Michael Key que apenas superó los 50.000 “me gusta”.

LAS REDES SOCIALES, CLAVE

Podría parecer banal, pero en una campaña que se va a disputar sobre todo en el ámbito online, serán aquellos que sepan manejar el lenguaje de las redes sociales como Facebook, Youtube, Instagram o Tiktok los que tendrán más posibilidades de movilizar al electorado.

«Aunque parezca que esta va a ser una campaña sin precedente para la que nadie estaba preparado, la verdad es que las campañas llevan seis comicios engrasando esa maquinaria. Solo necesitan hacer más de lo planeado», explicaba en una columna reciente Jennifer Stromer, profesora de comunicación de la Universidad de Siracusa.

Los algoritmos que recomiendan y ordenan la información las principales redes sociales serán, probablemente más que en ninguna otra campaña, lo que refuercen o desinflen los mensajes de los candidatos mejor adaptados al mundo digital y eso puede acabar con traducirse en mayor participación y votos.

«Para mí, Donald Trump es el equivalente del meme de alguien con mucho odio, mientras que nosotros somos el equivalente del vídeo en el que un soldado regresa a dar una sorpresa y recibe un abrazo (de sus familiares)», aseguraba recientemente a CNN Rob Flaherty, el director de contenido digital de Joe Biden. EFE