Papas calientes

Juan F. Castanier Muñoz

OPINIÓN│

La una tiene que ver con la reapertura del aeropuerto de Guayaquil prevista para hoy, y me he puesto a  pensar entonces, ¿ya habrán sacado de la pista las camionetas y motocicletas del municipio de Guayaquil que invadieron la pista hace un par de meses, para impedir el aterrizaje de un vuelo humanitario internacional?, ¿se habrá descubierto ya como hicieron estos vehículos para entrar a la mismísima pista de aterrizaje, lugar super seguro, inaccesible a un cristiano común y corriente y peor aún con vehículo y todo?, ¿se habrá investigado ya que funcionario responsable del manejo de un aeropuerto internacional, autorizo la entrada de los vehículos en mención, o, si no lo hizo, cómo hicieron los vehículos para sortear las seguridades?. Ya se sabe, por confesión de parte, que la alcaldesa de Guayaquil es la responsable de semejante patrañada, ¿el confesarse responsable de un hecho violatorio de la ley, absuelve a un funcionario público de sus obligaciones legales?

La otra, con el asesinato de un afrodescendiente perpetrado por la policía de Minneapolis, en condiciones escalofriantes para el humano entendimiento. Aunque yo tengo mi hipótesis y es que el gorilón causante de la muerte de Floyd era tan limitado mentalmente que nunca supo o nunca le enseñaron lo que significa “ya no puedo respirar”. Una muerte que aviva la no apagada llama de la discriminación racial y que actualiza, a un altísimo costo, la cuestionada vigencia de los derechos humanos.

Y la tercera es la vencida. Actores: el prefecto del Guayas y el alcalde de Quito. Motivo: la epidemia de sobreprecios en la adquisición de insumos sanitarios. Título: “Quién se hace más rico y más pronto”. Y realmente que el prefecto Morales y el alcalde Yunda se encuentran en gravísimos problemas porque de lo que se ve y oye, va a ser muy difícil que puedan explicar los sobreprecios millonarios, igual va a ser difícil que la gente se contente con el despido de un par de funcionarios de rango menor y menos que se nos quiera convencer que quien preside una institución no tiene responsabilidad en los manejos económicos de la misma. ¡Como para no olvidarse!