Honrar las deudas

Alberto Ordónez Ortiz

OPINIÓN|

Estamos de plácemes. El Ecuador es el único país en el mundo que en plena pandemia se anticipa en el pago de su deuda externa. Un record digno de Guinness. Por fin para algo somos buenos. Hay que levantar el pecho y enviar por el retrete a la baja autoestima. Tenemos motivo para alardear. Hay que reconocerlo. Y por todo lo alto. En el concierto internacional, el nombre de nuestro país, relumbra y deslumbra. Pero como por desgracia siempre hay pájaros de mal agüero, por favor no se dejen conducir por la inícua idea de que cuanto habría de por medio para ese curioso pago. ¡Cuidado! Que ese es el recurso de los mal pensados. Si insisten, díganles: “Cada quien juzga según su condición”. No se hagan nudos, la decisión es más limpia que agua de vertiente virginal. No permitan que manchen el papel blanco de las  buenas acciones con la oscura bajeza de las cabildeos de mala entraña. Y alégrense de que el Ecuador haya salido por el fuero de la honestidad. Porque, que caray, hay que reconocer que frente a los ojos del mundo, ha honrado sus deudas.

Sus finanzas públicas son la flor de la excelencia. El modelo económico que aplica el Ministro del ramo debería patentarse y exportarse. Así aportaríamos al desarrollo financiero sustentable de nuestros países vecinos. ¿Cómo hizo y qué hizo?, pues, según una publicación de EFE, “el gobierno ecuatoriano no solo priorizó nuevamente el pago de la deuda externa antes que atender la emergencia sanitaria, sino que esta vez canceló ANTICIPADAMENTE los préstamos de firmas de Wall Street, incluidos Goldman Sachs Group Inc y Crédit Suisse Group AG, que debían cancelarse en octubre próximo”.

Primero lo primero, que el Ecuador ocupe el sitial que por su dechado de virtudes y su respeto a los derechos humanos se merece; que al fin y al cabo, los muertos los pone el pueblo. Algo es algo. (O)