EDITORIAL|
Ante la incontenible proliferación de los delitos relacionados con los recursos para combatir el COVID-19, y la falta de fiscales que se hagan cargo de estos casos, la Fiscalía General del Estado, resolvió en fecha pasada crear una denominada “Fuerza de Tarea”, que en coordinación con otras instituciones de control, se encargaría específicamente de investigar este tipo de graves anomalías, tomando en cuenta que, sin ninguna consideración para la situación dramática que vive el país, se dedican a la apropiación ilícita de recursos, por medio de compañías fantasmas y otro tipo de argucias que han causado conmoción en la ciudadanía.
Sin embargo, más allá de la efectividad que pueda tener este tipo de “Fuerza de Tarea”, es necesario buscar las corresponsabilidades que se derivan de la circunstancia de que, con la mayor facilidad se han dado y multiplicado estos casos, ya sea porque en diversas instituciones, IESS, Ministerio de Salud, algunos gobiernos provinciales, etc. Se hallan enquistadas verdaderas mafias que han procedido a realizar estas acciones delictivas, sin que, al parecer hubiese ningún obstáculo e impedimento para estos ilícitos, siendo incluso personas de la aparente confianza de los directivos de estos organismos, quienes los habrían cometido.
De otra parte, existe una grave responsabilidad en la Asamblea Nacional y en sus respectivas bancadas legislativas, que no han procedido a realizar las reformas urgentes y necesarias, que justamente eviten los delitos contra los recursos del Estado, ya que, por ejemplo, durante el régimen anterior se le quitó a la Contraloría General del Estado la facultad que tenía de auditar previamente un contrato, para que este se encuentre en regla. Han pasado tres años desde la asunción del régimen y de la gestión de los actuales miembros de la Asamblea, sin que se haya legislado para superar este tipo de anomalías como la anotada, que precisamente facilitan la comisión de los delitos contra los recursos y bienes públicos del Estado. La Justicia también tiene una deuda muy grande para con el país, por su falta de acuciosidad ante estos casos clamorosos.