No bajar la guardia

 EDITORIAL|

Los datos oficiales, son preocupantes. En estas mismas páginas se leía ayer que los contagios se han incrementado en Ecuador en un cincuenta por ciento y los fallecimientos el doscientos cincuenta y tres por ciento desde que se iniciara el 4 de mayo la desescalada, mientras el Gobierno ha resuelto prolongar otros 60 días el estado de excepción. Se trata de datos generales para el país y deben leerse con el debido cuidado, pues la situación varía en las distintas provincias y en los cantones del país. Hay ciudades en donde las autoridades y sobre todo la ciudadanía han tenido una conducta seria. En otras en cambio se ha obrado con marcada irresponsabilidad generando un aumento significativo de contagios y muertes por el COVID-19.

La situación en Cuenca es compleja. De acuerdo a los informes del Ministerio de Salud, durante la última semana, los contagios llegaron a a doscientos dieciocho casos, frente a los ciento veinte de la semana inmediata anterior. La inobservancia de las normas de bioseguridad resulta evidente en algunos sectores. Hay gente que cree que el haber pasado a semáforo amarillo implica que el peligro ha sido superado. Las reuniones sociales han aumentado al igual que la aglomeración. Si a ello se suma la necesidad imperiosa de trabajar, se entiende la razón por la cual ha aumentado el nivel de contagio.

Como han señalado algunas autoridades, también es verdad que ha aumentado el número de test aplicados, lo que lógicamente genera un aumento en la posibilidad de detectar casos. Sin embargo, el tema de fondo sigue siendo el de la responsabilidad de cada ciudadano. Las autoridades y el sistema de salud pueden hacer todo lo que está a su alcance, pero si la gente obra irresponsablemente, nada podrá detener el avance del Covid19 con sus secuelas. Estamos nuevamente frente a una situación en que la participación de la ciudadanía es la única forma de enfrentar situaciones adversas.