ARTEMIO CRUZ

María Rosa Crespo 

El protagonista de Carlos Fuentes, está colocado en una encrucijada como todos los pueblos del tercer mundo, se encuentran, en un aparente cambio de estructuras sociales; interpretados, en este caso por Artemio Cruz, quien se encuentra en una inversión de la escala social de valores. Si hay héroes en las llamadas revoluciones, se debe a la casualidad más que a una toma de conciencia. En un episodio de la obra hay un eje central, los amores del protagonista con una muchacha llamada Regina, en medio del combate se aleja de los revolucionarios y busca refugio en el bosque cercano; encuentra a un soldado  herido y lo abandona a su suerte, trata de justificar esta acción porqué quiere salvarse para regresar al amor de Regina; sin embargo encuentra difícil convencerse a sí mismo “Por primera vez en mi vida sentía vergüenza…sabrían la verdad de mi deserción durante la batalla y me arrancaran las insignias” por casualidad  halla al mayor Gavilán y le toma por donde no es “Le debemos la vida Teniente Cruz; usted y sus hombres detuvieron el avance, el General le hará un recibimiento de héroe” al tomar posición por primera vez de un papel que no le corresponde, pero no explica el mal entendido. Gonzalo Bernal es la otra cara de la revolución porque actúa llevado sus ideales “Jamás dejó que se perdiera el hilo que lo conduciría por el laberinto de la guerra sin perderé, sin desertar. Poco importa que sea Obregón, Carranza, Zapata o Villa, porque la revolución se hacia no para levantar al hombre tampoco a todos; un auténtico revolucionario se mantiene despierto en un mundo de semidormidos en la revolución traicionada, hay que eliminarlo. Una revolución que merezca nombrarse como tal debe estar hecha por un hombre en el sentido cabal del término.