Trueque

Ana Abad R.

OPINIÓN|

 

Mientras la sensación de orfandad e indefensión crece entre nosotros por la delicada situación de Cuenca en esta crisis sanitaria, y la mortal Espada de Damocles de la minería amenaza de muerte a los cuencanos y de nuestro patrimonio natural, varios colectivos ciudadanos y grupos familiares están activando sistemas de intercambio, comercio y producción que rescatan principios vitales de la filosofía de los pueblos indígenas y que se manifiestan en prácticas cotidianas como el trueque, randi-randi, el presta manos, la minga, el cultivo de huertas comunitarias, el retorno a la agricultura doméstica y orgánica, el cuidado al vecino, el reciclado, la disminución del uso plástico, el cuidado del agua, la producción de compost, el consumo en pequeños negocios, el uso de la bicicleta y de nuevas formas de movilidad transformando en un hecho la reciprocidad, la complementariedad, la relacionalidad y la correspondencia. Pruebas prácticas y concretas que muestran que es posible construir otra forma de ser y hacernos como sociedad ante la crisis climática, sistémica y civilizatoria que vivimos. (O)