Investigadores enseñan a los glóbulos rojos cómo ser el futuro de las vacunas

Foto ilustrativa de El Universal.

Un grupo de investigadores de la universidad de Harvard ha desarrollado una tecnología que emplea glóbulos rojos para generar una respuesta inmune mediante el envío de antígenos a las células presentadoras de antígeno, una técnica que ha acabado con tumores en ratones y que podría emplearse en vacunas en un futuro.

Así lo dijo este lunes el Wyss Institute para Ingeniería Biológicamente Inspirada de Harvard, al anunciar el desarrollo de esta tecnología llamada Orientación Inmunitaria Impulsada por Eritrocitos (EDIT, por sus siglas en inglés).

«La capacidad innata de los glóbulos rojos para transferir patógenos unidos a las células inmunes se ha descubierto recientemente, y este estudio abre la puerta a una emocionante variedad de desarrollos futuros en el campo del uso de células humanas para el tratamiento y prevención de enfermedades», apuntó el autor principal del trabajo, Samir Mitragotri.

A lo que añadió que «el bazo es uno de los mejores órganos del cuerpo para constatar cuando se genera una respuesta inmune, porque es uno de los pocos órganos en los que los glóbulos rojos y blancos interactúan naturalmente», por lo que ha sido clave en el estudio.

Para intentar probar el uso de los glóbulos rojos como vehículo de vacunas y medicamentos, los investigadores cubrieron nanopartículas de poliestireno con ovoalbúmina -una proteína antigénica que se sabe causa una respuesta inmune leve- y luego las inocularon en glóbulos rojos de ratón.

Tras ello, el equipo inyectó glóbulos rojos recubiertos con sus nanopartículas en ratones, luego rastreó dónde se acumularon en sus cuerpos.

Tan solo 20 minutos después de la inyección, más del 99 % de las nanopartículas se habían eliminado de la sangre de los animales, y había más nanopartículas en sus bazos que en sus pulmones.

La mayor acumulación de nanopartículas en el bazo persistió hasta 24 horas y la cantidad de glóbulos rojos con EDIT en la circulación permaneció sin cambios, lo que dicen que demuestra que los glóbulos rojos habían entregado con éxito sus cargas al bazo sin ser destruidos.

Después de confirmar que las nanopartículas fueron entregadas con éxito, los investigadores evaluaron si los antígenos en las superficies de estas inducían una respuesta inmune inyectando a los ratones EDIT una vez por semana durante tres semanas.

Durante el seguimiento, constataron que los ratones tratados mostraron 8 veces y 2,2 veces más células T, que contienen el antígeno de ovoalbúmina, administradas que los ratones que no recibieron tratamiento; los ratones tratados con EDIT también produjeron más anticuerpos contra la ovoalbúmina en la sangre que los otros grupos de ratones.

Además, el equipo inoculó células de linfoma en los roedores, tras lo cual comprobó que los ratones que recibieron EDIT tuvieron un crecimiento tumoral aproximadamente tres veces más lento en comparación con el grupo de control y otro grupo que recibió nanopartículas libres de tratamiento. EFE