¿Inestabilidad?

Claudio Malo González

OPINIÓN|

En algunos días más, nuestro país contará con su cuarto vicepresidente dentro del período presidencial. Suena a grave inestabilidad, pero si analizamos lo ocurrido no es tan grave. En dudosas elecciones ganó la presidencia el correísmo, pero el presidente electo, en lugar de seguir las órdenes del cacique, viró la tortilla y emprendió una “cirugía mayor” contra la corrupción practicada a niveles increíbles en la década anterior. El vicepresidente elegido, hoy “disfruta de vacaciones” en Latacunga.

Lejos de querer tapar el sol con un dedo, el primer mandatario incentivó el enjuiciamiento a su segundo de a bordo que fue condenado a prisión por sus “gestiones”. Le sucedió una vocinglera abanderada de Correa, que también ha sido sentenciada a un año de prisión por latrocinios al Estado. El tercero en la lista renunció, se dice que, con miras a buscar la candidatura para el próximo período, dejando una imagen de sensatez en el ejercicio de sus funciones. Se nombrará un cuarto que, esperamos, no “haga méritos” para un quinto.

En los dos primeros casos, en lugar de hacer torerías para tapar las pillerías, se forzó sus renuncias como parte de la cirugía. La renuncia del tercero, hasta lo que conocemos, es una decisión para no aprovechar su condición en las próximas elecciones. No se trata de crisis política, sino de honestidad en el combate a la corrupción. Si consideramos que los dos segundos mandatarios fueron encontrados culpables y sentenciados, podemos hablar de “cirugía mayor.

Los actos de corrupción que afloran cada vez más, en buena medida, están sometidos a juicio sin que conozcamos aún los resultados. Más que de inestabilidad podemos hablar del destape de una cloaca a alto nivel. (O)