Venciendo extremas temperaturas, superando desniveles y hasta sus propios miedos, Ana María Torres completó el ‘Sinchi Warmiñan’ o ‘Camino de la Mujer Fuerte’.
La triatleta cuencana recorrió 370 kilómetros y más 8.600 metros de ascenso, en bici, cubriendo la ruta: Cuenca-Cañar-La Troncal-Tres Cruces-El Verde-Cuenca.
La travesía inició muy temprano (02:00), en su casa, y duró aproximadamente 16 horas pedaleando sin considerar las paradas obligatorias para alimentarse e hidratarse. “Me fue excelente, fue un reto súper duro”, dijo.
La “dama de hierro” compartió que el último tramo fue el más complicado debido a la subida de Tamarindo al sector de Tres Cruces que literalmente “rompe piernas” sin distinción de ciclistas, para luego descender a Cuenca y posteriormente desplazarse a Tarqui, y retornar a la capital azuaya. “El clima estuvo muy frío al llegar a El Cajas, el hecho de cambiar bruscamente de temperatura viniendo del calor ocasionó que nos deshidratemos”.
La altura también influyó en la atleta, pero pudo superar todas las barreras gracias a su preparación y el apoyo de su equipo ‘Bet Endurance’. “Vengo entrenando los últimos meses con un grupo de triatlón de Quito. Precisamente mi entrenador Pablo Vallejo vino a Cuenca para acompañarme en todo el trayecto”.
También estuvo escoltada por Joaquín Ruales, Paola Alvarado, Javier Fiallo y Paúl Rodas, quienes formaron parte del abasto.
Como lo anticipó su padre Felipe Torres, en una entrevista anterior, Ana María demostró que es un ejemplo de “fuerza y perseverancia”, por lo que ella sostiene que nunca se le pasó por la cabeza abandonar esta difícil prueba. “Siempre me sentí bien, lo más importante fue la suplementación. No tuve ningún bajón gracias a los suplementos Hammer, demostrando nuevamente que las mujeres también tenemos ese coraje para lograr cualquier objetivo”. (JMB) (D)
