Remembranzas

Marco Antonio Piedra Aguilera Twitter:@mpiedra0768

OPINIÓN|

De seguro que una de las condiciones que más ha pesado y nos ha costado cumplir y sobrellevar en este confinamiento tiene que ver con la distancia obligada que hemos debido mantener con nuestros allegados. Sería muy difícil encontrar a alguien que manifieste haber disfrutado encierro forzoso de todos estos días y, peor aún, alguien que ostente el no haber extrañado enormemente a alguien, que no sueñe con salir a la calle, sentarse en una cafetería, disfrutar de una conversación fugaz con las viejas amistades, o simplemente deambular por la ciudad sin que nada nos cubra el rostro, mientras vamos disfrutando de las brisa cuencana.

Toda esta experiencia transitada nos debe dejar cuestionamientos profundos relacionados con nuestra razón de ser, interrogantes relacionados con la fragilidad que evidenciamos ante el universo entero, concebirnos como seres imperfectos y vulnerables, pero sobre todas las cosas, asimilar que nuestra razón de ser está supeditada a los condicionamientos externos de los cuales somos presa continua y constantemente.

Lo único real y tangible es el hoy, el momento en el que usted mi estimado lector está repasando estas pocas palabras, los recuerdos quedaron grabados en nuestros registros y forman parte de lo que un día fuimos, el mañana aun ni siquiera está en nuestras manos y para ciertas tendencias de pensamiento, aun ni escrito; por lo tanto hoy extrañemos con profunda intensidad, anhelemos con total amplitud, abrámonos a nuestros pensamientos y permitámosles que se expandan libremente aun a pesar de que en ciertas oportunidades nos lleve por recuerdos tortuosos, mas, si nuestro cuerpo está preso del confinamiento, por lo menos seamos libres de pensamiento y revivamos esos momentos que algún día marcaron nuestra existencia. (O)