Clínicas llenas y con pocos recursos contra el COVID en Cuenca

Las deudas que mantiene el Ministerio de Salud y el IESS con los hospitales privados limitan la atención.

Pacientes buscan atención en una clínica privada ante el lleno completo en hospitales públicos. XCA

A pesar de que la ley contempla que los prestadores externos y clínicas privadas no pueden negar la atención a un paciente derivado del sistema público, esto en la práctica presenta problemas.

El lleno completo en los hospitales públicos hace que los afiliados busquen una derivación al sistema privado que no siempre termina ejecutándose.

También provoca que esperen y desesperen en las salas de triaje, o acudan por cuenta propia a las clínicas, donde los costos de atención son elevados.

“En las clínicas nos hace falta recursos humanos, técnicos de infraestructura y financieros para asumir los gastos de las derivaciones que provienen de la red pública de salud” comenta Luis Tamayo, representante de los centros hospitalarios privados.

Esto se debe a la deuda que mantiene el Estado con las clínicas, afirman, monto que se estima en decenas de millones de dólares.

El principal del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Jorge Wated, explicó que las deudas están “al día”, pero según Tamayo hay un desfase que hace que los recursos “lleguen a cuentagotas”.

“Las largas a los procesos de cobro hacen que los pagos queden en el papel, hay deudas que no cobramos nunca, ya no les creemos cuando dicen que van a pagar, vivimos en el país de las mentiras” sostiene Tamayo.

“Hay seguros como el ISSFA (Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas) que se esmera en los pagos, por otra parte hay deudas del Ministerio de Salud, que casi son incobrables”, comentó.

Cada clínica tiene un monto diferente de deuda, pero en promedio recibir derivaciones de casos de COVID cuesta unos 2.500 dólares diarios por paciente.

La atención de cada paciente puede llegar hasta los 40.000 dólares en Cuenca, esto debido al pago de medicina, personal, equipos y medicina especializada para cada caso, explica Carlos Romero, médico intensivista.

En caso de que el Estado no asuma sus deudas, las clínicas privadas no podrán invertir en la expansión de su infraestructura para atender más pacientes COVID.

Además, existe el riesgo de que los fármacos para aplicar los respiradores empiecen a escasear, afirman los galenos.

En Cuenca, ayer solo había 2 camas de UCI libres en los hospitales públicos, por lo que el papel de las clínicas privadas se vuelve indispensable para enfrentar la pandemia. (JMM) (I)