Impudor

Catalina Sojos

OPINIÓN|

Y son diecinueve candidatos a la presidencia de este país agonizante; no, amigo lector, no bastó el terremoto de Correa y la pandemia de Moreno pues hoy, aquellos que fungen como líderes y emblemas del cinismo, llegan por veintenas (falló Alvarito) para, una vez más, proclamarse los Mesías de la patria. Y forman la jauría y acechan con sus prebendas y calculan el cómo y el cuándo nos quitarán los últimos resquicios de fe y dignidad soberana. Entonces ensayan sus discursos, preparan sus “sabatinas” o despertar de los lunes o cualquier cosa que nos convenza de su honradez y olvidemos su felonía. Sí, diecinueve que no juega, y el partido todavía no comienza. Así, con esa voracidad que los caracteriza, se presentan y fingen que no les apetece este queso gruyere, este hermoso país descalabrado. Y llegarán con su saxo y su satélite, su banco y su grillete, su guitarra y su arroz verde, sus hospitales y las avionetas. Diecinueve conversaciones en voz baja, casi veinte “alianzas” con aquellos que nos fríen en aceite hirviendo. Ante este estupor que nos domina, sólo queda nuestro voto. ¡No hay mejor cosa que seguir su ejemplo! Votemos por los diecinueve, amigo mío. He aquí la solución que se nos acaba de ocurrir en esta tarde calurosa de otro día de confinamiento ¡Diecinueve votos para todos y que se repartan las sobras, como puedan! (O)